¿Has escuchado sobre apariciones de santos o visiones en donde la virgen misma le "habla" a algunos pocos elegidos?
O, ¿cúantos casos de ovnis u objetos extraños volando por los cielos han sido grabados en video y han pasado por donde vives?
Incluso de gente que durante la noche, al dormir, siente que hay "algo" en su mismo cuarto que los manipula o los mortifica?
O, ¿Has reconocido alguna siliueta en algun lugar poco común para eso, nubes, lagos, rocas, humo, etc. ?
Pues todo eso, y algunos casos parecidos mas tienen un mismo lugar de procedencia, y no, no es alguna divinidad rondando por ahi o seres con tecnología superavanzada que vienen para realizarnos pruebas, se trata de nuestro Cerebro.
Primero algunas definiciones relacionadas con lo anterior:
PAREIDOLIA
La pareidolia es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible. Una explicación de este fenómeno conforme al funcionamiento del cerebro, es descrito por Jeff Hawkins en su teoría de Memoria-Predicción.
El carácter aparentemente sagrado de determinados sitios arqueológicos, podría ser explicado en parte, con:
El fenómeno psicológico conocido como hierofanía, generalmente asociado a las experiencias religiosas.
El fenómeno psicológico conocido como pareidolia -perceptivo, no necesariamente patológico- utilizado en la exploración psicológica.
Ejemplos más conocidos:
*Visión de animales o caras en la forma de las nubes.
*Visión de rostros en las cimas de algunos cerros pedregosos
*Imágenes de rostros en aparatos (en la imagen), edificios, etc
*Visión de personas o siluetas en el pavimento.
*Audición de mensajes reconocibles en grabaciones en idiomas desconocidos o reproducidas al revés.
*Avistamientos de ovnis, críptidos, fantasmas u otros fenómenos paranormales.
*Numerosas figuras religiosas o simplemente humanoides en objetos astronómicos.
El término pareidolia, actualmente en desuso, es el que mejor designa las alteraciones perceptivas en las que, a partir de un campo real de percepción escasamente estructurado, el individuo cree percibir algo distinto, mezclando lo percibido con lo fantaseado. En este sentido es una forma de ilusión o percepción engañosa que se diferencia claramente de las alucinaciones, seudoalucinaciones, alucinosis o metamorfopcias.
Frecuentemente el ser humano al observar un objeto, una nube o una mancha, tiende de manera inconsciente, a reconocer en estos objetos con formas caóticas, patrones asimilables a objetos conocidos. Este fenómeno es conocido como pareidolia.
Diversas obras rupestres y sitios arqueológicos a través del mundo, presentan características que permiten asociarlos con el fenómeno denominado pareidolia . En ellos, accidentes del paisaje, rocas, etc, presentan formas que semejan personas, animales, etc. Parece ser un fenómeno extensivo que podría constituirse tanto en una herramienta de análisis como de contraste de obras y entornos pertenecientes a diversas culturas a través del mundo.
APOFENIA
La apofenia es la experiencia consistente en ver patrones, conexiones o ambos en sucesos aleatorios o datos sin sentido. El término fue acuñado en 1959 por Klaus Conrad, quien lo definió como «visión sin motivos de conexiones» acompañada de «experiencias concretas de dar sentido anormalmente a lo que no lo tiene».
Conrad describió originalmente este fenómeno en relación con la distorsión de la realidad presente en la psicosis, pero se ha llegado a ser más ampliamente usado para describir esta tendencia en individuos sanos sin que esto implique necesariamente la presencia de enfermedades neurológicas o mentales.
La apofenia se usa a menudo como explicación de afirmaciones paranormales o religiosas. Se ha sugerido que la apofenia es un vínculo entre la psicosis y la creatividad.
La apofenia permite comprender el mecanismo psicológico mediante el cual determinados formas accidentales, sugieren al observador relaciones que podrían explicar en parte la génesis de leyendas y cosmogonías de diversas culturas.
PRINCIPIO DE SINCRONICIDAD
C. G. Jung intenta dar cuenta de una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica causa-efecto.
Un típico ejemplo de sincronicidad se da cuando una persona constata que una imagen mental suya, netamente subjetiva, es reflejada, sin explicación causal, por un evento material exterior a él.
En términos de Jung, sería la concordancia, en el nivel del significado, de una imagen mental con un fenómeno material que se dan simultáneamente. Por lo tanto, Jung considera que las sincronicidades son "concordancias significativas acausales". Para él, la sincronicidad es "la coincidencia de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante...".
PARALISIS DEL SUEÑO
La parálisis del sueño es una condición muscular producida por la atonía que tiene lugar mientras la persona duerme. Se observa mayoritariamente en los momentos en que el individuo está despertándose o quedándose dormido, o comenzando una fase REM del sueño.
Según la Clasificación Internacional de Trastornos del sueño, la parálisis del sueño consiste en un periodo de inhabilidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño (hipnagógica o forma predormital) o al despertarse ya sea durante la noche o la mañana (hipnopómpica o forma postdormital).
La parálisis es totalmente normal y se produce cada vez que uno duerme. Es el mecanismo natural de defensa del organismo para evitar el "escenificar físicamente los ensueños", lo cual podría resultar dañino y peligroso para el individuo dormido.
Normalmente no estamos conscientes en ese estado, pero algunos individuos son susceptibles de sufrir episodios de parálisis estando conscientes. Esto puede ocasionar que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno que le rodea con cualquier tipo de alucinación producida por un sueño, como puede ser sentir una sensación de ahogo o dificultad para respirar, con opresión del pecho, palpitaciones y otras sensaciones de origen fisiológico.
Esta parálisis, acompañada por temor en la persona que la padece, se conoce como pesadilla.
La parálisis del sueño es un fenómeno extremadamente común que ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40 a 50 por ciento de los sujetos normales. Sin embargo, como un problema crónico es mucho menos común.Puede aparecer de manera aislada en individuos sanos, en una forma familiar que es transmitida genéticamente, y como uno de los síntomas clásicos de la narcolepsia.
Ejemplos más comunes:
La Parálisis del sueño comúnmente se presenta con un conjunto de alucinaciones básicas que suelen ser experimentadas por la mayoría de las personas que han sufrido un episodio de Parálisis. Estas alucinaciones ocurren solas o en varias combinaciones con o sin elaboración narrativa explícita. Una presencia puede, por ejemplo, ocurrir sola o con voces, o apariciones visuales, y, con menos frecuencia, con sensaciones de flotar o experiencias fuera del cuerpo.
AUDITIVAS
Las alucinaciones auditivas durante la Parálisis son extremadamente diversas. Aunque al parecer una cualidad domina a toda esta diversidad: Los sonidos son claramente experimentados como externos al oyente más que "en la cabeza".
Muchos de los sonidos son muy elementales. A menudo las experiencias auditivas son descritas como zumbidos, chillidos, siseo, rugidos, ráfagas, chirridos, crujidos, vibraciones y silbidos. Estos sonidos son a veces descritos como muy ruidosos y mecánicos.
Otro tipo de alucinación auditiva muy frecuente, es la de voces, que se experimentan como si fueran producidas externamente pero carecen de sentido. Las voces pueden ser experimentadas como gritos o susurros pero, en cualquier caso el sentido de lo que se está diciendo es elusivo. Las voces son descritas como muy enredadas o de otro idioma. En los casos en que las voces son comprensibles su mensaje es muy simple y directo, pueden simplemente llamar al nombre del que duerme, pero más a menudo, amenazan, advierten, ordenan piden ayuda o se rien.
VISUALES
Las alucinaciones visuales varían bastante, pueden ir desde imágenes muy detalladas y vívidas hasta muy vagas e indefinidas. Las siluetas humanas son muy comunes y usualmente están vestidas de negro, no necesariamente se tiene que ver a un extraño o algo no definido, ya que se han dado casos en que se ve a familiares, amigos e incluso mascotas. No es raro que estas figuras sean confundidas con intrusos de carne y hueso.
Las figuras que producen miedo suelen ser estereotipos, es decir, esqueletos, fantasmas, demonios, La muerte, etc.
TACTILES
Las alucinaciones táctiles son de las experiencias más comunes y parecen estar relacionadas con la alucinación de La Presencia. Sentir que se es agarrado de las muñecas y de las manos es bastante común.
1.-La Presencia:
Una de las experiencias asociadas con Parálisis de Sueño reportada más comúnmente es la de sentir una presencia, es también la experiencia menos específica y tal vez la más fundamental de las Experiencias Hipnagógicas e Hipnopómpicas.
La Presencia es más como estar consciente de que hay una persona o una cosa en la habitación. Además, está la convicción de que esta entidad existe afuera e independientemente de la persona.
La sensación de una presencia puede ser muy fuerte y claramente parece ser bastante real. En algunos casos la presencia puede ser descrita como "invisible". Sin embargo, más comúnmente es simplemente "oculto", es decir, la persona siente que si sólo pudiera voltearse podría ver lo que se está ocultando y ahora mismo está "fuera de vista".
2.-La Subida del Muerto
La gente reporta frecuentemente dificultades para respirar durante la Parálisis. Esto tiende a ser asociado con sensaciones de presión en el pecho, opresión alrededor del cuello y sensaciones de sofocación, es esta sensación a la que se le denomina (en muchos países hispanohablantes) como "la subida del muerto", en la literatura inglesa se la conoce como "la vieja bruja" (Old Hag).
Las percepciones de dificultades para respirar probablemente llegan como una consecuencia directa de la parálisis de los músculos voluntarios. Aunque una respiración automática superficial continúa cuando la persona intenta, sin éxito, respirar voluntariamente, esto puede provocar pánico referente a una posible sofocación.
Cuando la sensación de una presencia es asociada con sensaciones de presión y dificultad para respirar puede ser más frecuentemente asociado con pensamientos explícitos de muerte inminente.
Los sentimientos de sofocación también pueden ser inducidos por hipoxia e hipercapnia relacionadas con el sueño REM. Esta inhabilidad para “recobrar el aliento” a menudo genera sentimientos de pánico relacionados con la posibilidad de morir por sofocación
ALUCINACION HIPNOGOGICA
Una alucinación hipnogógica es una alucinación auditiva, visual o táctil que se produce poco antes del inicio del sueño. La palabra hipnogógica (o hipnagógico) expresa una situación de tránsito entre la vigilia y el sueño.
Estos fenómenos se presentan en las fases 3 y 4 del sueño profundo no REM. Son frecuentes en niños de 6 a 15 años. Las alucinaciones más comunes son de tipo visual o de carácter auditivo. Tienen relación con vivencias del día anterior como películas, lecturas o la televisión. Por lo general no se guarda recuerdo de la misma al despertar.
Cuando soñamos, entramos en un estado conocido como hipnogógico, transicional entre la vigilia y el sueño. En ese instante, el cuerpo se paraliza y sólo funcionan los músculos de los ojos, corazón, el cerebro y la respiración. En ese estado es común creer que se está despierto, hasta tal punto que se tiene seguridad de tener los ojos abiertos y de ver cosas alrededor, escuchar sonidos, palabras, música, etcétera.
Aquello no está ocurriendo; sin embargo, se experimenta como algo real. De esta forma, sucede por ejemplo que el sujeto siente dolor si sueña que le pegan. La característica de este estado es que el cuerpo no puede moverse, está inmovilizado. Si el sujeto quiere moverse no podrá hacerlo. Hay incluso ocasiones en que la persona que está durmiendo en ese estado se despierta, y la inmovilidad permanece.
Este estado ha llevado a mucha gente a interpretar que está sufriendo una experiencia paranormal o que algo o alguien les está impidiendo moverse y/o hablar.
EFECTO IDEOMOTOR
El efecto ideomotor es un fenómeno psicológico en el que un sujeto realiza movimientos inconscientemente, especialmente si los atribuye a alguna fuerza paranormal o sobrenatural en la que él cree.
Fenómenos supuestamente inexplicados como la kinesiología aplicada, la escritura automática, la radiestesia, la llamada "comunicación facilitada" y el "Juego de la Copa" pueden ser atribuidos a este efecto. El autoengaño que genera es extremadamente poderoso, al punto que muchos sujetos no pueden ser convencidos de que los desplazamientos se originan exclusivamente en sus mentes.
El término fue usado por primera vez, según la mayoría de las versiones, por William Carpenter alrededor de 1852 para explicar su teoría de que los movimientos musculares pueden ser dependientes de los deseos y emociones conscientes.
Todas las pruebas científicas posteriores, diseñadas y conducidas por William James, Michel Chevreul, Ray Hyman y Michael Faraday, demostraron que algunos fenómenos atribuidos a fuerzas paranormales se deben en realidad al efecto ideomotor.
Y ahora, una explicación un poco mas aplicada relacionado con las definiciones anteriores
(tomado de Sentido Común)
El ser humano suele pensar que la prueba máxima de algo, es verlo con sus propios ojos.
“Ver para creer” dice la frase, seguramente inspirada en Tomas el apóstol, que solo creyó en la resurrección de Jesús cuando vio los agujeros de los clavos.
Y también la prueba mas numerosa y de mayor credibilidad popular en la mayoría de los fenómenos sobrenaturales es la referencia anecdótica, es decir: yo lo vi, el lo vio, alguien lo vio.
Sin embargo la frase de Marx en este caso y para variar no es un chiste.
Dice el biólogo Richard Dawkins que el cerebro humano tiene un software de simulación de primera clase.
¿Y que es lo que simula?
Todo lo que vemos, oímos, olemos, tocamos y gustamos.
Creemos que las cosas que vemos cotidianamente son un reflejo de la realidad exterior y generalmente es así.
Pero el mismo mecanismo que hace que reconozcamos algo previamente visto, a veces nos hace equivocarnos al sacar conclusiones rápidas de algún suceso nuevo.
Nuestro cerebro, en lugar de recibir un estimulo visual he interpretarlo como un evento nuevo para luego regresarnos su interpretación, antes lo compara con una base de datos de lo previamente visto o conocido y nos CONFIRMA lo que vemos.
Si no fuera así, la vida pasaría muy lentamente y nos veríamos paralizados al tratar de analizar los miles de estímulos que recibimos diariamente.
El cerebro funciona mas como un programa de reconocimiento de facciones o de huellas dactilares.
En cuanto creemos reconocer algo familiar, el cerebro se apresura a compararlo con la base de datos almacenada para ver si confirma o rechaza nuestra visión.
Algo así como los concursos de “adivine la frase”, nos basta con ver unas cuantas letras para saber la frase completa.
La mayoría de las veces y por cuestión de supervivencia el cerebro confirmara antes de rechazar, o simplemente interpretar como “no se que es”.
Esta es también la razón por la cual un mismo suceso se recuerda diferente por dos testigos presenciales, ya que cada uno de ellos lo hace de acuerdo a una base de imágenes, expectativas y deseos diferentes.
Esta es la base de las ilusiones colectivas; cuando alguien cree ver una figura en las nubes o en las estrellas y lo anuncia a los amigos presentes, no importa cuanto se tarden, finalmente todos verán la figura.
Buscamos confirmar antes de cuestionar y el software en nuestro cerebro hace el resto.
Imagínense un programa donde introducimos la palabra “caballo”. El cerebro busca en la base de datos hasta que encuentra la figura que corresponde a la palabra y entonces confirma la imagen.
Dice Thomas Kida: “El acto de percibir no es solo reproducir una imagen en nuestro cerebro, en lugar de eso la percepción requiere de un acto de juicio por parte de nuestro cerebro".
Si eres un niño y te gusta la feria, veras en las nubes un carrusel con caballos, si eres una niña que lee cuentos, veras a Pegaso volando, si eres un joven que ve películas de aventuras, veras dragones vomitando fuego, y si eres cristiano, veras a Jesús montado en un burro entrando triunfante a Jerusalén.
Esta facultad del cerebro de comparar con imágenes guardadas es muy valiosa para eventos cotidianos, por ejemplo evita que nos arrolle un auto, porque no espera a razonar las consecuencias de cruzar la calle en medio del trafico, por eso los niños pequeños y la mayoría de los animales que no tienen patrones guardados, son presas fáciles de accidentes, los primeros no tienen recuerdos suficientes aun y los segundos no guardan memorias como nosotros.
Pero también esta facultad es causa de muchas confusiones y falsas interpretaciones de la realidad.
En cuestión de eventos aparentemente inexplicables, vemos lo que esperamos o deseamos ver.
Cuando vemos manchas de luz o reflejos en una foto, es mas fácil decir que son fantasmas, porque de alguna forma nos son mas familiares, los hemos visto en películas y cuentos, en vez de pensar que son defectos técnicos del funcionamiento de la cámara o del manejo de la misma, ya que estas habilidades o conocimientos no nos son familiares y por lo mismo no están almacenados en nuestra memoria.
Y el que sean imágenes colectivas no las hace más reales que si fueran personales, como bien apunta Carl Sagan en “El Mundo y sus demonios”:
“En épocas remotas, cuando la gente pensaba que los dioses bajaban a la tierra, la gente veía dioses. Cuando las hadas eran populares, la gente veía hadas. En épocas de espiritualismo, la gente veía espíritus. Cuando empezamos a creer que los extraterrestres eran posibles, la gente empezó a ver extraterrestres”.
Esta es también la razón por la cual las personas educadas o que leen mucho no son inmunes a ver “cosas”.
¿Alguien recuerda de donde salieron las fantasías de Don Quijote de la Mancha?
Pero la selección de nuestras imágenes y referencias no es al azar, recordemos lo que dice Kida: “Nuestras percepciones están influenciadas por nuestros deseos y nuestras expectativas”.
Si esperas ser como Maussan veras marcianos radiactivos detrás de postes de luz y caballos voladores.
Si deseas que tu hijo sea “especial” y esperas sacarle provecho, veras irradiaciones color índigo y que a veces habla en “lenguas”.
Si eres religioso, para empezar tendrás quórum, todo lo malo será causa del pecado original y todo lo bueno será gracia de Dios inmerecida.
Si crees en la vida después de la muerte, el túnel de luz hacia donde no debes caminar será la prueba máxima de otro mundo.
Todos estos fenómenos están mas que explicados por diferentes disciplinas de la ciencia (Psicología conductual, biología, neurobiología, sociología, psiquiatría, etcétera).
El problema es que para el público en general la mayoría de las conclusiones a las que llegan estos estudios son desconocidas.
Que estimulante seria escuchar a un adolescente platicar con sus amigas:
- “¿Supiste que fuimos a que nos leyeran las cartas y describieron mi personalidad y que el niño de segundo que me gusta se me declarara?, incluso me describió su físico.”
- “Claro, seguro la descripción de ti fue lo suficientemente ambigua para que aplicara a cualquier niña, solo se trata del Efecto Barnum o Forer, tu solo lo interpretaste de acuerdo a lo que querías oír.”
O una platica en preparatoria:
- “Te lo juro que era un ovni lo que vimos, después del eclipse el cielo se ilumino, Jaime lo vio primero y luego todos vimos claramente como se movió en una forma inexplicable y desapareció detrás de las nubes.”
- “Claro, pero ¿no era eso lo que esperaban ver?, de cientos de fenómenos comunes como estrellas fugaces, cometas, aviones, globos meteorológicos, satélites o incluso chatarra espacial, porque tenia que ser precisamente un ovni?”- “¿No seria más bien un caso de Pareidolia, o sea nuestra tendencia a encontrarle formas conocidas a los objetos que vemos? Y si le agregas que ustedes buscaban ver precisamente ovnis.”
Entre compañeros de trabajo:
- “Pues resulta que anoche soñé que me sacaba la lotería con el numero 66 y precisamente el taxi que me llevo a la oficina tenia estos números en las placas y agrégale que yo nací en el 66, ¿no es claramente una señal de que algo pasara con ese numero? ¿No debería comprar un cachito en la lotería o apostar al caballo que lleve este numero?”
- “Pues para mi es mas bien un caso claro de Apofenia, la tendencia que tenemos a buscar patrones o tendencias donde no las hay, quizás mencionaste tu año de nacimiento durante el día, esa fue la razón por la que lo soñaste y lo del taxi es solo una coincidencia, si existen 100 taxis numerados del 1 al 100 y existen 2000 personas que nacieron en el 66, a alguno de ellos le puede tocar este taxi algún día no crees.” - “Pero si aun piensas que es un mensaje, casualmente acabo de iniciar una tanda y me queda libre el 66, ¿te lo aparto?”- “Esto es una variante de la teoría de Sincronicidad inventada por Carl Jung para darle significado a hechos casuales pero con elementos similares para justificar sus diagnósticos, claro que también invento tonterías como los arquetipos y el inconciente colectivo y creía en la astrología, la percepción extrasensorial, el espiritualismo y la telequinesis.”- “Ah, mira, se nos acaba de atravesar un perro negro y son las 6 con 6, ¿Qué significara esto, otra señal?”
Y así hay muchas creencias que bien pueden explicarse por medio de teorías más fáciles de creer que las de dominio publico como el juego de la ouija y los adivinos del péndulo o los zahories que encuentran agua con una varita y que se explican por medio del Efecto Ideomotor.
O las abducciones por extraterrestres o las visitas de parientes muertos durante la noche, que se explican por el fenómeno llamado Parálisis del sueño.
O casos más graves y que afortunadamente ya no se aceptan tan fácilmente en las cortes de justicia, me refiero a las acusaciones de abuso infantil arrancadas por medio de sesiones de hipnosis por psicoanalistas poco escrupulosos y que se ha demostrado que en la mayoría de los casos se trata de recuerdos inducidos o falsas memorias.
Así que la próxima vez que su compadre le diga:
- “Mi esposa me engaña compadre lo vi con mis propios ojos y sabe que, casualmente el “sancho” se parece a usted.”
Usted con toda la autoridad que le da su conocimiento recién adquirido le puede contestar:- “Cálmese compadre, se trata solamente de un caso clásico de Apofenia, agravado por la Parálisis del sueño y Recuerdos inducidos por la Pareidolia.”- “Usted deje de preocuparse y váyase tranquilo a la oficina, aquí yo le vigilo a la comadre.”
- “¿O, a quien le va a creer mas, a mi o a sus ojos?”
Formulado de:
Sentido Común:
El Cerebro como Software de Simulación de Juan Carlos Bujanda Benítez
Wikipedia:
Pareidolia, Apofenia, Principio de Sincronicidad, Efecto Ideomotor, Parálisis del Sueño y Alucinación Hipnogógica