El ciclo Troyano abarca dos poemas completos: la Ilíada y la Odisea; y una serie de fragmentos de poemas que completan la historia, siendo el hecho principal la guerra de Troya.
Eventos sucedidos antes de la guerra: "Las Ciprias"; durante la guerra: “La Ilíada”, "La Etiópida", "La Pequeña Ilíada", "El Saqueo de Ilión"; y posteriores a ella: "Los Nostoi ", “La Odisea”, "Telegonía".
CRONOLOGIA
I. CIPRIAS: Comprendían once libros en hexámetros dáctilos. Narra los orígenes del conflicto troyano y los nueve primeros años de guerra, hasta el punto en el que empieza la Ilíada. incluye la boda de Peleo y Tetis, el juicio de Paris, el rapto de Helena, la asamblea de la flota griega, el rescate de Ifigenia por Ártemis y los primeros combates en Troya.
II. LA ILIADA: Compuesta en hexámetros dactílicos, consta de 15.691 versos, divididos ya en la antigüedad, en 24 cantos o rapsodias. Narra los acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ιlión.
III. LA ETIOPIDA: Comprendía cinco libros en hexámetros dáctilos. Contiene los sucesos de Pentesilea en Troya, la muertes de Tersites, de Antíloco, de Aquiles; la disputa entre Odiseo y Áyax por las armaduras de Aquiles, y el suicidio de Áyax.
IV. LA PEQUEÑA ILIADA: Compuesta por cuatro libros en hexámetros dáctilos. Incluye también la disputa entre Odiseo y Áyax por las armas de Aquiles, la locura y el suicidio de Áyax; la captura de Héleno por los aqueos y su profecía sobre la captura de Troya; la muerte de Paris por Filoctetes; la llegada a Troya de Neoptólemo, hijo de Aquiles; la incursión de Odiseo y Diomedes en Troya y su robo del Paladio, y la entrada del caballo de madera en la ciudad.
V. ILIUPERSIS, EL SAQUEO DE ILION: Dos libros en hexámetros dáctilos. Iliupersis significa saqueo de Ilión. Narra el saqueo de Troya, mientras el ejército griego salía del caballo de madera, y la siguiente quema de la ciudad, y las muertes de Príamo, Deífobo, Astianacte y Polixena; y el regreso de Helena con Menelao.
VI. NOSTOI, REGRESOS: Cinco libros de hexámetros dáctilos. Nostoi siggnifica Regresos. Relata el retorno a casa de los héroes griegos tras el final de la Guerra de Troya, la muerte Agamenón y el regreso de Menelao a su tierra; el único griego que no regresa es Odiseo.
VII. LA ODISEA: Consta de 24 cantos. Está dividido en tres partes que narran el viaje de regreso tan particular de Odiseo. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. En el regreso de Odiseo (cantos V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo y narra todas sus aventuras desde que salió de Troya. Finalmente, en la venganza de Odiseo, se describe el regreso a la isla, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y recupera su reino. Por último, se firma la paz entre todos los itacenses.
VIII: TELEGONIA: Dos libros de hexámetros dáctilos. Relata el viaje de Odiseo a Tesprocia y la Historia de Telégono; la muerte por error de Odiseo y el casamiento posterior de Telégono con Penélope.
PREAMBULO A LA GUERRA
I. CIPRIAS / CANTOS CIPRIOS
CASANDRA Y HELENO
Príamo y Hécuba son los reyes de Troya. La reina ya tiene dos hijos gemelos: Casandra y Héleno. Al nacer, los mellizos fueron dotados por el dios Apolo con el poder de la adivinación, lo que demostraron siendo aún niños de corta edad.
Casandra creció y se convirtió en una hermosa joven, fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, al final, rechazó el amor del dios; éste, traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.
Aunque Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, debido a la maldición de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer.
Sin embargo, Héleno continuó profetizando, pero al contrario de su hermana, él si era escuchado, incluso fue nombrado supremo augur de la ciudad.
EL NACIMIENTO DE PARIS
En temprana edad de Héleno y Casandra, Hécuba ya estaba embarazada nuevamente, su nuevo hijo se llamaría Paris. La noche del nacimiento, los gemelos acudieron asustados a su padre diciendo que habían soñado la misma noche que el recién nacido llegaba a Troya trayendo consigo una antorcha con la que incendiaba la ciudad y que desde entonces cada vez que veían al bebé tenían espantosas visiones de Troya siendo destruida y consumida por el fuego.
Como eran sólo niños su padre no les creyó y éstos, molestos, exigieron que fuesen al templo de Apolo y allí le confirmaran si mentían o no. Su padre accedió y quedó sorprendido cuando la sacerdotisa le dijo que aquellos pequeños habían sido bendecidos con grandes poderes para ver el futuro. Desde entonces Príamo prestó atención a las palabras de sus hijos, quienes insistían en que el nuevo niño sería el causante de la destrucción de Troya. Finalmente convencieron al rey, quien temiendo por su ciudad, con el dolor de su alma decidió matar al niño, pero Hécuba lo salvó diciendo que era preferible abandonarlo en el Monte Ida a mancharse las manos directamente con la sangre de un hijo.
El pequeño fue abandonado en las colinas. Pero no mucho después de que fuese dejado un pastor que pacía sus ovejas en las cercanías lo encontró y movido por la ternura decidió adoptarlo. Y lo llamó Alejandro.
Desde pequeño estuvo dotado de una gran belleza, y un gran talento para tocar la lira, lo que pronto le hizo famoso en toda la región, e incluso entre los dioses.
Ya mayor, un día decidió participar en unos juegos deportivos organizados por el rey de Troya, con el fin de ganar suficiente dinero para comprar unas piezas de ganado que le habían robado. Paris salió vencedor de los juegos y en el transcurso de ellos fue reconocido por su madre. Príamo ya había olvidado aquel mal augurio y sólo pensaba en lo feliz que estaba de tener a su hijo de regreso convertido en un apuesto y atlético joven. Y al parecer todos lo habían olvidado inclusive Heleno. Todos salvo Casandra, la cual intentó desesperadamente advertirles del peligro que corrían si aceptaban al joven de regreso en la corte. Pero, para desgracia de los troyanos, una maldición recaía sobre Casandra, por lo que la joven tuvo que observar como todo lo que veía se cumplía. Paris regresó a casa donde se le concedieron todos los honores de príncipe de Troya, pero nunca quiso dejar la vida de pastor, por lo que rogó a su padre que le concediese el cuidar los rebaños reales, a lo que el viejo Príamo no se negó.
LA BODA DE TETIS Y PELEO
Peleo era hijo de Éaco y de Endeis, reyes de los mirmidones de Egina.
Siendo aún joven, viajó a Ftía, un pequeño país en la costa Egea de Tesalia, donde reinaba Acasto. Allí la mujer de éste, Astidamía, se enamoró de él. Peleo la rechazó, ante lo cual, la reina le acusó ante su marido de intentar seducirla.
El rey, con intención de vengarse, invitó a Peleo a una cacería en sus territorios de la frontera norte del reino. En el transcurso, los hombres del rey le apresaron, le robaron su espada, valioso regalo de su padre, le ataron y abandonaron a su suerte, sin caballo y sin comida, en un territorio en el que vivían los centauros. El primero de estos seres con el que se encontró fue Quirón, de quien pronto se hizo amigo y le ayudó a regresar a su hogar.
Una vez de regreso, relató todo lo sucedido a su padre. Éste, furioso, le concedió el mando de su ejército. De ese modo regresó a Ftía, mató al rey y a la reina por su infamia y se adueñó definitivamente del país, el cual se convertiría en la nueva tierra de los mirmidones que le acompañaron.
Tetis, la de los pies argénteos, es una ninfa del mar, una de las cincuenta nereidas, hijas de Nereo y nieta de la titánide Tetis. Fue educada por Hera, que siempre le ayudó.
Tanto Poseidón como Zeus estaban interesados en ella, pero una profecía de Temis reveló que su hijo sería más grande que su padre, así que arreglaron su matrimonio con un hombre mortal.
Los dioses enviaron a Iris para encontrar un mortal que quisiese unirse a Tetis. Iris fue a ver al centauro Quirón, uno de los más famosos sabios de la antigüedad. Entre los discípulos de Quirón destacaba por su hermosura, inteligencia y valentía el joven Peleo, hijo de Éaco, a quien tenía en gran estima. Peleo cortejó a Tetis pero ésta, sintiéndose humillada por la imposición de los dioses, le rechazó.
Ante esto Quirón aconsejó a Peleo que buscase a la ninfa del mar cuando estuviera dormida en la cueva a la que solía ir, y la atase fuertemente para evitar que escapase cambiando de forma. Peleo se mantuvo firme y Tetis consintió casarse con él, aunque sin amor ni interés.
La boda de Tetis y Peleo se celebró en el monte Pelión y a ella asistieron todas las deidades. Los dioses celebraron el matrimonio con un banquete. Apolo tocó la lira y las Musas cantaron. En la boda Quirón le regaló a Peleo una lanza de madera de fresno y Poseidón los caballos inmortales, Balio y Janto. Sólo la diosa Eris no fue invitada debido a su naturaleza problemática, por lo que decidió planear una venganza, primero pidió una manzana de oro del jardín de las Hespérides, en la cual plasmo: “ kallisti “ (Para la más hermosa) y la lanzó en medio de la boda. Al verla, Hera, Atenea y Afrodita, alegando cada una ser la más bella, por lo tanto poseedora del regalo, se la disputaron.
Al no llegar a ningún acuerdo, las diosas miran a Zeus, pero este tampoco quiso tomar la decisión: si elegía a Hera, pensarán que fue porque era su esposa; si elegía a Atenea, pensarán que fue porque era su hija; si elegía a Afrodita, pensarán que quería engañar otra vez a Hera.
EL JUICIO DE PARIS
Zeus decidió encomendar la elección a Paris, que era hijo del rey de Troya. El dios mensajero, Hermes fue enviado a buscarlo con el encargo del Juicio que se le pedía; localizó al príncipe y le mostró la manzana de la que tendría que hacer entrega a la diosa que considerara más hermosa. Precisamente por eso había sido elegido por haber vivido alejado y separado del mundo y de las pasiones humanas. Así, se esperaba que su juicio fuera imparcial.
Cada diosa pretendió convencer al juez, intentando sobornarlo. Hera, le ofreció todo el poder que pudiera desear y el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia y de la guerra, le ofreció la sabiduría y la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; y Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo. Una versión indica que todas se desnudaron para mostrar así su belleza al mortal; otra, que únicamente lo realizó Afrodita para demostrar así su belleza.
Paris se decidió finalmente por Afrodita quien se convirtió en su gran protectora y benefactora por el resto de su vida y fue conocida desde entonces como diosa de la belleza, mientras que Hera y Atenea juraron venganza.
Pero su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que aquella hermosa mujer era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao.
AQUILES
Tetis y Peleo tuvieron varios hijos, pero Tetis, apenas nacían, los asfixiaba para que no heredaran rasgos mortales de su padre. Peleo empezó a sospechar y descubrió, con su séptimo hijo, que Tetis los sometía a un ritual para intentar hacerlos inmortales, pero acababa con sus vidas: empleaba su magia con el bebé por la noche, quemando su mortalidad en el fuego del hogar y ungiendo al niño con ambrosía durante el día. Cuando Peleo la sorprendió quemando al niño, dejó escapar un grito.
Tetis le oyó, y alcanzando al niño lo arrojó chillando al suelo, y como un soplo de viento cruzó rápidamente la sala y saltó al mar, furiosísima, y nunca desde entonces regresó. Al ser interrumpida por Peleo, Tetis hizo a su hijo físicamente invulnerable salvo por su talón, que estaba a punto de quemar cuando su marido la detuvo.
Peleo confió a Aquiles y Patroclo al centauro Quirón en el monte Pelión para que los criase. Quirón los alimentó con fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía; además, les enseñó el tiro con arco, el arte de la elocuencia y la curación de las heridas. La musa Calíope les enseñó el canto, y el profeta Calcante predijo que a Aquiles se le daría a escoger entre una vida larga pero aburrida, o una corta pero gloriosa.
HELENA Y EL JURAMENTO DE SUS PRETENDIENTES
Zeus, metamorfoseado en un cisne, sedujo a Leda y yació con ella la misma noche que Tindáreo, esposo de Leda y rey de Esparta. Como consecuencia de ello, Leda puso dos huevos; de uno nacieron Helena y Pólux, inmortales, hijos de Zeus; y del otro Clitemnestra y Cástor, mortales, hijos de Tindáreo. Se consideraba a Cástor y Pólux como gemelos y se los conocía como Dioscuros. Otras hermanas de Helena fueron Timandra y Filónoe.
Helena fue famosa por su belleza desde que era una niña. Un día, mientras realizaba un sacrificio a la diosa Artemisa, fue sorprendida y raptada por el héroe ateniense Teseo en compañía de Pirítoo. Tras capturarla, decidieron que quien se quedaría con ella seria Teseo. Pero cuando éste volvió a Atenas, el pueblo ateniense no permitió la entrada, por lo que Teseo la condujo a Afidna, junto a su madre Etra. Teseo y Pirítoo decidieron marchar al Hades para raptar a Perséfone con la intención de convertirla en consorte de Pirítoo. Durante la estancia en el Hades de Teseo y Pirítoo, los Dioscuros rescataron a Helena. A su vez tomaron como prisioneras a la madre de Teseo y a la hermana de Pirítoo, que condujeron hasta Esparta para convertirlas en esclavas de Helena.
Cuando Helena llegó a la edad de casarse, tuvo muchos pretendientes que acudieron desde todas las partes de Grecia, animados por la fama de su gran belleza y porque ella y su futuro esposo reinarían en Esparta.
Ante el gran número de pretendientes poderosos, Tindáreo tenía miedo de las consecuencias que podía haber tras tomar la decisión de quién sería el elegido para casarse con Helena.
Odiseo, consciente de que sus posibilidades eran mínimas puesto que la riqueza de otros pretendientes era mayor a la suya, no se molestó en enviar regalos y aconsejó a Tindáreo que hiciera jurar a todos los pretendientes que prestarían su ayuda al pretendiente que fuera elegido en cualquier caso en el que Helena le fuese disputada. A cambio, consiguió que Tindáreo le ayudase a obtener la mano de Penélope, prima de Helena.
Tindáreo sacrificó un caballo y sobre él hicieron el juramento los pretendientes. Posteriormente enterró el caballo.
El pretendiente elegido fue Menelao, hermano del rey de Micenas, Agamenón. Menelao y Helena tuvieron una hija, Hermíone.
EL RAPTO DE HELENA
Afrodita había prometido a Paris el amor de Helena como premio por haber decidido a su favor en el concurso de belleza que la había enfrentado a Hera y Atenea.
Pronto hubo una oportunidad para embarcarse hacia Grecia, a Esparta, pues esta región y su hermana Micenas buscaban llegar a un tratado con Troya para asegurar la llegada de especias y demás mercancías a través del estrecho de los Dardanelos, el cual controlaba. Paris se ofreció para ir, y el rey desconociendo los motivos que movían a su hijo a ofrecerse para embarcar hacia Grecia, aceptó.
Al llegar fue recibido con todos los honores por el rey Menelao de Esparta. Siendo excelente anfitrión, le mostró sus tierras, el palacio y le presentó ante los reyes griegos en un banquete organizado en su honor. Paris pasó por alto toda amabilidad hasta que reconoció a la mujer que Afrodita le había prometido. Para su decepción esta no era otra sino Helena, reina de Esparta, esposa de Menelao.Paris exigió explicaciones a Afrodita, pues no le había dicho que Helena era casada, ésta le dijo que no se preocupara pues ella se encargaría de que Helena no pudiese resistirse a él. Paris dudó en un principio pues desde su llegada le habían tratado sumamente bien, pero Afrodita no tardó en enamorar a Helena, sin despertar recelos de Menelao, quien no sospechó nada.
Antes de que Paris se fuese, Menelao debió embarcar rumbo a Creta a los funerales de su abuelo Catreo, encomendando a su esposa para que despidiese al huésped. Pero Helena ya se encontraba influenciada por Afrodita, por lo que sin previo aviso huyó con él rumbo a Troya, abandonado a su marido y a su hija Hermíone de nueve años.
Se dice que la propia mensajera Iris avisó a Menelao en Creta, pero por más que se apresuró a llegar ya era tarde.
Los amantes arribaron a Troya siendo recibidos por los estupefactos ciudadanos ante la vista de la mujer más hermosa de la tierra. Pero aquello no fue nada comparado con la conmoción que causó en el palacio real. Algunos recibieron bien a la recién llegada, pero el príncipe Héctor, sabiendo que el rapto de Helena a su esposo desencadenaría una guerra contra Grecia aconsejó que fuese devuelta. Por su parte, la adivina Casandra vaticinó que Helena sería la ruina de la ciudad, pero no fue creída.
Paris se defendió en la asamblea diciendo que había actuado en nombre del amor, lo cual convenció a la gran mayoría, y Helena se quedó en Troya.
EL RECLUTAMIENTO
Ante la ausencia de Helena, Menelao, rey de Esparta, está enfurecido. Pide al rey Príamo que se devuelva a su esposa. Los troyanos se niegan.
Menelao delibera con su hermano Agamenón de Micenas y posteriormente con Néstor de Pilos acerca de la necesidad de reunir un ejército. Recorren Grecia y reúnen a los caudillos.
En base al juramento previo al casamiento de Helena, reunieron a los príncipes griegos aliados de Esparta, Argos, Pilos, Creta, los beocios, el reino de Phtia, en Tesalia, Itaca, Atenas y Salamina conformando un ejército.
Partieron desde el puerto de Aulida, ubicado entre Grecia y la isla Eubea. Si bien cada príncipe conservó su autoridad, reconocieron el liderazgo de Agamenón, a quien a pesar de ser objeto de críticas, se le siguió respetando.
ODISEO
Menelao y Palamedes se dan a la tarea de reunir a los demás griegos para su expedición contra Troya, y deciden acudir con Odiseo, esposo de Penélope, prima de Helena.
La perja ya tenía un hijo, Telémaco. Para evitar ir a la guerra, Odiseo se fingió loco. Palamedes lo encontró arando sus campos en reversa y con sal.
Aunque conociendo el posible engaño puso a su hijo Telémaco delante del arado. Odiseo se incorporó al no estar dispuesto a matar a su hijo, revelando su cordura y viéndose obligado a ir a la guerra.
AYAX
hijo de Telamón, rey de Salamina, para distinguirlo de Áyax, hijo de Oileo se le llamaba Áyax el Grande, Gran Áyax o Áyax Telamonio, el más fuerte después de su primo Aquiles que se embarcó al mando de doce navíos de Salamina acompañado de su hermano Teucro
AQUILES
Tetis conocía ahora el significado de la profecía que recaía en Aquiles: una vida larga pero aburrida, o una corta pero gloriosa, la segunda se refería a Troya; temiendo por su hijo lo disfrazó de mujer y lo mandó a la corte del rey Licomedes en Esciro. Allí tuvo una relación amorosa con la hija del rey, Deidamía, de la que tuvieron un hijo, Neoptólemo.
Por otra parte, Calcas, un adivino, profetizó que Troya nunca caería si los griegos no contaban con la ayuda de Aquiles, y Odiseo planeó la manera de obligarlo a ir, tal como sucedió con él, llegó al gineceo como un vendedor de telas. Enseña a las muchachas su mercancía y todas le rodean entusiasmadas. Todas menos una que solo se interesa por su espada.
La flota griega se reúne en el puerto de Áulide. El adivino Calcante predice que la guerra durará 10 años y zarpan.
TELEFO
Ignorando la ruta hacia Troya arribaron a Misia y la saquearon creyendo que era Troya. Entonces Télefo, hijo de Heracles, que reinaba sobre los misios, viendo el país saqueado, armó a los misios y persiguió a los helenos. En la batalla resultante, se da muerte a Tersandro y Aquiles hirió a Télefo.
Pasaron ocho años y la herida no se curaba y Télefo consultando un oráculo, se le afirmó que «el que hirió sanará».
Éste fue a Áulide disfrazado de mendigo y pidió a Aquiles ayuda para curar su herida. Aquiles se negó, alegando no tener conocimientos médicos. Télefo secuestró a Orestes, pidiendo por rescate que Aquiles sanase la herida. Odiseo razonó que la lanza era la que había infligido la herida y que por tanto la lanza debía ser capaz de curarla. Se rasparon unos trozos de la lanza sobre la herida, y Télefo se curó; A cambio, indicó a los aqueos el rumbo adecuado para llegar a Troya.
EL SACRIFICIO DE IFIGENIA
Reunida nuevamente la expedición en Áulide, no pueden zarpar a causa de las tempestades. Calcas auguró que la diosa Artemisa estaba castigando a Agamenón por matar un ciervo sagrado y alardear que era mejor cazador que ella y que la única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificar a la hija de Agamenón, Ifigenia.
La joven acude al campamento acompañada por su madre Clitemnestra.
Las dos creen que han sido llamadas para que Ifigenia se despose con Aquiles. Agamenón al verlas, se siente incapaz de asesinar a su hija, pero Menelao no piensa en abandonar la tremenda travesía que inició. Finalmente convence a Agamenón.
Ifigenia se entera de la verdad. Agamenón se dispuso a sacrificarla pero en el último momento Artemisa sustituyó a la joven por un ciervo y la llevó a Táurica, Crimea, donde fue sacerdotisa de su culto. Allí era la encargada de sacrificar a todo extranjero que allí llegaba, en honor a Artemisa. Hesíodo dice que se convirtió en la diosa Hécate. De este modo, el viento cambió y los barcos zarparon. Clitemnestra nunca perdonó el sacrificio a Agamenón.
FILOCTETES
Filoctetes, era el hijo del rey Peante de Melibea, en Tesalia, y de Metone. Era famoso por su arco y flechas. Fue uno de los pretendientes de Helena de Troya antes de su matrimonio con Menelao. era un amigo de Heracles y, ya que encendió la pira funeraria de Heracles cuando nadie más quiso hacerlo, recibió su arco y sus flechas.
Navegó con siete barcos a la guerra de Troya. Se detuvieron en una isla para conseguir suministros y allí fue mordido por una serpiente. La herida se infectó y desprendía un gran hedor; y los Atridas, por consejo de Odiseo, ordenaron a Filoctetes permanecer en Lemnos.
Medonte tomó el mando de los hombres de Filoctetes, quien permaneció solo en Lemnos durante diez años.
EL EJERCITO TROYANO
HECTOR
Héctor era hijo primogénito del rey troyano Príamo y de la reina Hécuba, y hermano de Paris y Casandra. Estaba casado con Andrómaca, hija del rey de los cilicios, con quien tuvo un único hijo, Astianacte.
Los griegos contaban con Aquiles; los troyanos con Héctor.
Pese a ser el guerrero más temido por sus enemigos, Héctor no aprobaba la guerra, y no estaba de acuerdo con las acciones de su hermano Paris, a pesar de ello, su temple y carácter, por lo que es principalmente reconocido, le hizo defender su ciudad hasta las ultimas consecuencias.
LA LLEGADA A TROYA, PRIMERAS MUERTES: PROTESILAO Y CICNO
El oráculo profetizó que el primer griego que pisara tierra sería el primero en morir en la guerra. Odiseo lanzó su escudo a la orilla y saltó sobre él. Protesilao, líder de los filaceos, piso la tierra y fue muerto por Héctor, Laodamía, esposa de Protesilao, se suicidó a causa del dolor. Su hermano Podarces fue a la guerra en su lugar.
Cicno era hijo de Poseidón y estaba en el lado troyano, además era invulnerable al hierro, debido a esto Aquiles le estranguló con la correa de su casco.
Los aqueos exigen la devolución de Helena y los troyanos se niegan nuevamente. Palamedes muere a manos de Odiseo y Diomedes. Los griegos sitiaron Troya durante nueve años. Las tropas griegas saquearon varias ciudades cercanas.
TROILO
Troilo era hijo de Hécuba, reina de Troya. Debido a su excepcional belleza se creía que era hijo de Apolo en lugar del marido de Hécuba, Príamo.
Las profecías ataban el destino de Troilo al de la propia Troya. Poco después de iniciada la guerra, Aquiles fue animado por Atenea a cazar al muchacho. El solía montar a caballo, así que Aquiles emboscó a Troilo y a su hermana Políxena en una fuente cerca del templo de Apolo en Timbra, una región justo a las afueras de Troya. Aquiles le vio y se enamoró de su belleza
De alguna forma Troilo logró escapar de Aquiles y huyó al interior del templo. Pero fue perseguido hasta allí, y Aquiles termino matándole con su espada y mutilando el cuerpo antes de que pudiese llegar ayuda alguna. El dolor de los troyanos por la muerte de Troilo fue enorme. Se decía que en aquel momento a Troilo le faltaba un año para su vigésimo cumpleaños, y cuenta la leyenda que si Troilo hubiera alcanzado esa edad, Troya habría sido invencible. Más tarde Apolo se vengaría del asesino.
CRISEIDA Y BRISEIDA
Saquearon la isla, Aquiles toma como esclava a Briseida, y los griegos envían a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo, como regalo a Agamenón. Éste la hizo su concubina y esclava, declarando que la prefería a su mujer Clitemnestra, y se negó a devolverla a su padre, a pesar del gran rescate ofrecido.
Cuando Crises intentó pagar su rescate, fue maltratado, imploró ayuda entonces a Apolo, quien envió la peste a los ejércitos griegos. Al cabo de nueve días, y gracias a la presión de Aquiles y otros, Agamenón consintió en devolver a Criseida a su padre y ofrecer un holocausto a Apolo para aplacar su ira y detener la plaga. Odiseo es el encargado de devolver a Criseida a su padre
II. LA ILIADA
Pero Agamenón, para reafirmar su autoridad sobre Aquiles, y sumando el hecho de que se quedaba sin esclava, decidió quedarse con la joven esclava de Aquiles, Briseida.
Aquiles se encolerizó. No sólo era un insulto a su honor, ya que Aquiles había hecho la mayor parte de lo necesario para conseguir todo el tesoro y el botín del que Agamenón creía merecer. Como consecuencia, Aquiles se retiró a su tienda y decidió no tomar parte en la lucha.
I. LA PESTE Y LA COLERA
Crises, sacerdote de Apolo, va al campamento aqueo para rescatar a su hija, que había sido hecha cautiva y adjudicada como esclava a Agamenón; éste desprecia al sacerdote, se niega a darle la hija y lo despide con amenazadoras palabras; Apolo, indignado, suscita una terrible peste en el campamento; Aquiles reúne a los guerreros en el ágora por inspiración de la diosa Hera, y, habiendo dicho al adivino Calcante que hablara sin miedo, aunque tuviera que referirse a Agamenón, se sabe por fin que el comportamiento de Agamenón con el sacerdote Crises ha sido la causa del enojo del dios.
Esta declaración irrita al rey, que pide que, si ha de devolver la esclava, se le prepare otra recompensa; y Aquiles le responde que ya se la darán cuando tomen Troya. Así, se origina la discordia entre el caudillo supremo del ejército y el héroe más valiente. La riña llega a tal punto que Aquiles desenvaina la espada y habría matado a Agamenón si no se lo hubiese impedido la diosa Atenea; entonces Aquiles insulta a Agamenón, éste se irrita y amenaza a Aquiles con quitarle la esclava Briseida, a pesar de la prudente amonestación que le dirige Néstor; se disuelve el ágora y Agamenón envía a dos heraldos a la tienda de Aquiles que se llevan a Briseida; Odiseo y otros griegos se embarcan con Criseida y la devuelven a su padre; y, mientras tanto, Aquiles pide a su madre Tetis que suba al Olimpo a impetre de Zeus que conceda la victoria a los troyanos para que Agamenón comprenda la falta que ha cometido; Tetis cumple el deseo de su hijo, Zeus accede, y este hecho produce una violenta disputa entre Zeus y Hera.
II. EL SUEÑO DE AGAMENON Y LA BEOCIA
Para cumplir lo prometido a Tetis, Zeus envía un engañoso sueño a Agamenón, y le aconseja que levante el campamento y regrese a casa; Agamenón convoca el consejo de los jefes y luego la asamblea general de todos los guerreros, que aceptan la propuesta, por lo que Agamenón, bajo la incitación de Atenea, debe intervenir para insuflar coraje y buenas esperanzas a los aqueos. Después de varios incidentes y de enumerar cuantos pueblos formaban los ejércitos griego y troyano, ocurren tres grandes batallas.
III. JURAMENTOS, HELENA DESDE LA MURALLA, ALEJANDRO CONTRA MENELAO
El príncipe troyano, Héctor, increpa a su hermano Paris por esconderse ante la presencia de Menelao. Ante ello, Paris decide desafiar a Menelao en combate singular con la promesa de que el vencedor se quedaría con Helena y sus tesoros. Helena, el rey Príamo y otros nobles troyanos observan la batalla desde la muralla, donde Helena presenta a algunos de los jefes aqueos.
La batalla se detiene para la celebración del duelo singular, y solo se espera el resultado para que la guerra termine. Menelao está a punto de matar a Paris pero éste es salvado por Afrodita, y es enviado junto a Helena.
IV. VIOLACION DE LOS JURAMENTOS Y REVISTA DE LAS TROPAS
Tras una pequeña asamblea de los dioses, éstos deciden que se reanuden las hostilidades, por lo que Atenea, disfrazada, incita a Pándaro para que rompa la tregua.
Menelao busca por el campo de batalla a Paris y recibe en la cintura el impacto de una flecha lanzada por Pándaro, que así rompe la tregua convenida por los dos ejércitos antes de empezar el singular desafío. Entonces comienza una encarnizada lucha entre aqueos y troyanos.
V. GESTA DE DIOMEDES
Entre los aqueos destaca en batalla Diomedes, asistido por Atenea, que está a punto de matar a Eneas, y llega a herir a Afrodita. Mientras, Ares y Héctor comandan a las tropas troyanas y también destaca Sarpedón, caudillo de los licios, que mata entre otros al rey de Rodas, Tlepólemo. Luego Diomedes, amparado nuevamente por Atenea, hiere a Ares.
VI. COLOQUIO DE HECTOR Y ANDROMACA
Los griegos atacan y obligan a los troyanos a retirarse, por lo que Héctor debe salir y encabezar el contraataque. Ante el empuje de los aqueos, Héleno insta a Héctor a que regrese a Troya para encargar a las mujeres troyanas que realicen ofrendas en el templo de Atenea. Héctor, tras realizar el encargo de su hermano Héleno, va en busca de Paris para increparle para que regrese a la batalla y se despide de su esposa Andrómaca.
Cuando se dispone a atravesar las puertas de la ciudad, su esposa Andrómaca, con Astianacte en los brazos, lo detiene y le suplica, en su nombre y en el de su hijo, que no salga. Héctor sabe que Troya y la casa de Príamo están condenadas, y que sus destinos serán la muerte o la esclavitud en un país extranjero. Él le explica que no puede rehuir la lucha, y la consuela con la idea de que nadie podrá abatirlo hasta que llegue su hora. El brillo del yelmo de bronce asusta a Astianacte y lo hace llorar. Héctor se lo quita, abraza a su familia, y pide a Zeus que su hijo pueda llegar a convertirse en caudillo y obtener más gloria en la batalla que él.
VII. HECTOR CONTRA AYAX, LEVANTAMIENTO DE CADAVERES
Héctor y Paris atraviesan las puertas y reagrupan a los troyanos, provocando estragos entre los griegos. Al comunicarle su hermano Heleno que no era su destino morir todavía, Héctor desafía a cualquiera de los griegos a un combate singular.
Al principio, los aqueos se muestran reticentes, pero tras ser reprendidos por Néstor, nueve griegos se ofrecen y sortean quién de entre ellos se enfrentará al troyano. Áyax Telamón es elegido y lucha con Héctor durante todo el día, siendo ambos incapaces de obtener la victoria. Al terminar el duelo, cada rival expresa su admiración por el valor y la habilidad del contrincante. Héctor regala su espada a Áyax y éste hace lo propio con su cinto.
Los troyanos en asamblea debaten si deben entregar a Helena y su tesoro, o sólo su tesoro. Príamo ordena que se traslade a los aqueos la propuesta de devolverles sus dotes excepto a la reina. La propuesta es rotundamente rechazada, pero se acuerda una tregua para incinerar los cadáveres.
Ambos bandos pactan una tregua. Esta es aprovechada por los griegos para construir una muralla y abrir un foso alrededor de las naves.
VIII. BATALLA INTERRUMPIDA
Zeus ordena al resto de los dioses que se abstengan de intervenir en la contienda. Sin embargo, los troyanos protegidos por Zeus avanzan en la batalla y hacen retroceder a los aqueos. Por parte de los aqueos Teucro causa graves daños en las filas troyanas con sus flechas. Atenea y Hera tratan de ayudar a los aqueos pero Iris les envía la orden de Zeus de que no intervengan. Al llegar la noche los troyanos acampan cerca del campamento aqueo.
IX. EMBAJADA A AQUILES
Agamenón, arrepentido y lamentando su disputa con Aquiles, por consejo de su anciano asesor Néstor, despacha a Odiseo, Áyax y al viejo Fénix como embajadores ante Aquiles para solicitar su ayuda, ofreciéndole regalos, la devolución de Briseida y a cualquiera de sus hijas como esposa y le suplican que regrese a la lucha, pero éste se niega a pesar del consejo de Fénix.
X. GESTA DE DOLON
Diomedes y Odiseo, por consejo de Néstor, realizan una misión de espionaje nocturna, en la que matan al troyano Dolón, que igualmente había sido enviado en misión de espionaje por Héctor. Luego, con la información conseguida a través de Dolón, asesinan a soldados tracios y a su rey Reso mientras duermen y se llevan sus caballos.
XI. GESTA DE AGAMENON
Amanece, se reanuda la batalla y los aqueos empiezan llevando la iniciativa. Destaca entre ellos Agamenón, hasta que resulta herido por Coón y debe retirarse. Entonces toman la iniciativa los troyanos. Los aqueos contraatacan pero Diomedes, Eurípilo y el médico Macaón son heridos por flechas de Paris. Mientras el troyano Soco muere a manos de Odiseo pero consigue herirle.
Patroclo es enviado por Aquiles a la tienda de Néstor para enterarse de las noticias de la batalla.
XII. COMBATE EN LA MURALLA
Los troyanos, siguiendo primero los consejos de Polidamante, atraviesan el foso previo al muro de los aqueos pero luego desoyen su consejo de no asaltar el muro. El licio Sarpedón abre una brecha en el muro que es atravesado por las tropas troyanas con Héctor a la cabeza, a pesar de la resistencia de Áyax y Teucro.
XIII. BATALLA JUNTO A LAS NAVES
Zeus, cuya voluntad dirigía los acontecimientos, abandona de momento sus planes, y Poseidón aprovecha la circunstancia para organizar la resistencia en el bando aqueo. Al sufrir la presión de los troyanos por la izquierda y por el centro, inician el contraataque por la derecha. Entre los aqueos se destaca Idomeneo, rey de Creta. Héleno y Deífobo deben retirarse tras ser heridos por Menelao y Meríones. Pero Héctor prosigue en su avance hasta que se le opone Áyax.
XIV. ENGAÑO DE ZEUS
Hera concibe un plan para engañar a Zeus, urde primero una excusa para abandonar a su marido, engañándole al contarle que va a los confines de la fértil tierra, a ver a Océano, padre de los dioses, y a la madre Tetis. Pero en lugar de ello Hera se embellece con la ayuda del cinturón de Afrodita para seducir a Zeus, en el clímax del episodio, Zeus y Hera hacen el amor ocultos en una nube dorada en la cima del monte Ida. Después, con la ayuda de Hipnos, lo hace dormir y encarga a Poseidón que intervenga en favor de los aqueos. Áyax Telamonio hiere de gravedad a Héctor, que es retirado del combate por sus compañeros. A pesar de la resistencia de Polidamante y su hermano Acamante, los aqueos toman una breve iniciativa en la batalla.
XV. NUEVA OFENSIVA DESDE LAS NAVES
Zeus descubre el engaño del que ha sido objeto y ordena a Poseidón a través de Iris que deje de ayudar a los aqueos. Luego insta a Apolo a que infunda nuevas fuerzas a los troyanos. Ares tiene el propósito de ir a combatir al lado de los aqueos para vengar la muerte de su hijo Ascálafo pero Atenea le advierte de que será objeto de la ira de Zeus. Héctor recobra las fuerzas y los troyanos llegan combatiendo hasta las naves de los aqueos. Incluso Áyax Telamonio tiene que retroceder.
XVI. PATROCLEA
Al avanzar la iniciativa troyana, Patroclo suplica a Aquiles que rechace al enemigo; y, no consiguiéndolo, le ruega que, por lo menos, le preste sus armas y armadura y le permita ponerse al frente de los mirmídones para ahuyentar a los troyanos. Aquiles accede, y le recomienda que se vuelva atrás cuando los haya echado de las naves, pues el destino no le tiene reservada la gloria de apoderarse de Troya.
Los troyanos creen que en realidad se trata de Aquiles y Patroclo logra vencer a muchos, pero enardecido por sus hazañas, entre ellas la de dar muerte a Sarpedón, hijo de Zeus, persigue a los troyanos por la llanura hasta que Apolo le desata la coraza, el dios, envuelto en una nube, lo golpea en la espalda, acto seguido Euforbo, hijo de Panto, lo hiere de nuevo en el mismo lugar y huye enseguida a la carrera. Por último, Héctor da muerte a Patroclo
XVII. GESTA DE MENELAO
Héctor despoja de sus armas al cuerpo de Patroclo, toma la armadura de Aquiles y ordena la retirada del combate, evitando combatir contra Áyax por el cuerpo de Patroclo.
Menelao y Áyax protegen su cuerpo y se lo entregan a Aquiles, quien decide entonces retomar las armas para vengarlo.
XVIII. FABRICACION DE LAS ARMAS
Antíloco da a Aquiles la noticia de la muerte de Patroclo, y éste decide volver a la lucha para vengarse de la muerte de su amigo. Cae la noche y los troyanos se reúnen. Polidamante es partidario de ir a Troya a refugiarse tras sus muros pero prevalece la opinión de Héctor de seguir peleando en campo abierto.
Tetis, pide a Hefesto que fabrique nuevas armas para Aquiles, entre ellas un escudo que reemplace al que Héctor tomó como botín del cadáver de Patroclo.
XIX. RENUNCIAMIENTO A LA COLERA
Aquiles se reconcilia con Agamenón. Éste le devuelve a Briseida junto con varios regalos, además de hacer un juramento de que nunca estuvo con Briseida y el ejército aqueo se prepara para la batalla que va a tener lugar.
XX. COMBATE DE LOS DIOSES
Zeus da permiso al resto de los dioses para que intervengan en la batalla y ayuden a quien prefieran. Los dioses, en asamblea extraordinaria, no se ponen de acuerdo sobre a quién había que favorecer.
Aquiles, enfurecido, vuelve al combate y mata a tantos troyanos que los cadáveres obstruyen la corriente del río Janto, pero siempre buscando a Héctor, inicia un furioso ataque en el cual lucha con Eneas, el cual finalmente es salvado por Poseidón. Mata a Polidoro, hijo de Príamo y se le enfrenta Héctor, pero Atenea ayuda a Aquiles y Apolo aleja a Héctor del combate.
XXI. BATALLA JUNTO AL RIO
Aquiles mata, entre otros, a Licaón, hijo de Príamo y a Asteropeo, que consigue herirlo levemente. El dios-río Escamandro lo rodea con sus aguas y está a punto de ahogarlo, pero Hefesto acude en su ayuda. El resto de los dioses pelean entre ellos, unos a favor de los aqueos y otros al de los troyanos. El rey Príamo ordena abrir las puertas de Troya para que sus tropas se refugien tras sus muros. Apolo consigue, mediante un ardid, alejar momentáneamente a Aquiles de los muros de Troya.
XXII. MUERTE DE HECTOR
Durante la noche, los troyanos se reúnen en junta. Polidamante, amigo y lugarteniente de Héctor, aconseja volver a la ciudad para protegerse de la ira y la embestida de Aquiles. Sin embargo, Héctor desoye el consejo, ordena mantenerse en el campamento y se muestra decidido a enfrentarse a Aquiles
Aquiles y los griegos avanzan empujando a los troyanos hacia la ciudad. Héctor se asusta y se mezcla entre las tropas por consejo del dios Apolo. Pero tras dar muerte Aquiles a Polidoro, hermano de Héctor, éste deja de esconderse y acude al enfrentamiento. Nuevamente, Apolo ayuda a Héctor, retirándolo del combate, pero el propio Zeus advirtió la furia de Aquiles y envió a los dioses para contenerlos, pues Troya no debía destruirse aún
En la retirada a la ciudad de las tropas troyanas, Héctor queda fuera de las puertas y es perseguido por Aquiles. Dan tres vueltas a las murallas hasta que Atenea, en la forma de Deífobo, incita a Héctor a plantar cara a Aquiles.
Héctor pide a Aquiles que se honre el cadáver del perdedor, pero el griego rechaza cualquier trato. Finalmente Aquiles mata a Héctor, clavándole la lanza en la base del cuello, el único lugar desprotegido por su armadura, ata su cadáver a su carro de combate y subido en él da vueltas alrededor de la ciudad.
XXIII. JUEGOS EN HONOR A PATROCLO
Aquiles celebra unos espléndidos funerales en honor de Patroclo, mientras ata el cadáver de Héctor por los pies a su carro y se lo lleva arrastrándolo por el polvo; y desde entonces todos los días, al aparecer la aurora, lo vuelve a arrastrar hasta dar tres vueltas alrededor del túmulo de Patroclo.
Durante varios días, el cuerpo permanece expuesto al sol y los animales, pero el Dios Apolo protege el cuerpo del héroe de estos maltratos y lo conserva impoluto.
Tras la incineración de Patroclo, Aquiles organiza en su honor unos juegos que incluyeron:
* Una carrera de carros, ganada por Diomedes, que obtiene como primer premio una esclava y un trípode. Antíloco llega segundo —haciendo trampa—, Menelao tercero, Meríones cuarto y Eumelo último, sin embargo Aquiles le adjudica el segundo premio.
* Un pugilato, ganado por Epeo que obtiene una mula.
* Una prueba de lucha libre, disputada por Áyax el Grande y Ulises. Aquiles los declara iguales.
* Una carrera a pie, ganada por Ulises, que obtiene una crátera de plata. Áyax llega segundo y recibe un buey, Antíloco es tercero y recibe medio talento de oro, premio previsto inicialmente, así como un segundo talento de oro por haber halagado hábilmente a Aquiles el de los pies ligeros.
* Una hoplomaquia (lucha con armas), disputada por Diomedes y Áyax. Aquiles los juzga iguales y se reparten la lanza, el escudo y el yelmo de Sarpedón, mientras que Diomedes recibe además un sable tracio.
* Una prueba de lanzamiento de peso, ganada por Polipetes, que obtiene dicho peso en hierro bruto.
* Una prueba de tiro con arco, ganada por Merión, que obtiene diez hachas de doble hoja. El perdedor, Teucro, obtiene diez hachas sencillas.
* Una prueba de lanzamiento de jabalina, que no llega a disputarse ya que Aquiles detiene a los dos contendientes, Agamenón y Merión, y dice que todos saben que el Atrida es el más fuerte. Este obtiene un caldero de estrena y Merión una lanza de bronce.
XVIV. RESCATE DE HECTOR
Los dioses se apiadan de Héctor, y Zeus encarga a Tetis que amoneste a su hijo para que devuelva el cadáver, a la vez que manda a Príamo, por medio de Iris, que con un solo heraldo vaya con magníficos presentes a la tienda de Aquiles para rescatar el cuerpo de Héctor. Príamo obedece y parte con el heraldo ideo y dos carros; antes de llegar al campamento se les aparece Hermes, que los guía hasta la tienda del héroe; entra Príamo y, echándose a los pies de Aquiles, le dirige la súplica más conmovedora; Aquiles entrega el cadáver, los dos ancianos lo conducen a Troya y se celebran con toda solemnidad las honras fúnebres de Héctor, que era el principal sostén de la ciudad asediada.
III. LA ETIOPIDA
PENTESILEA
El poema empieza inmediatamente después de la muerte del héroe troyano Héctor, con la llegada de las amazonas de Pentesilea que llegaron a ayudar a los troyanos.
Pentesilea, una reina amazona, era hija de Ares y Otrera; llegó a Troya con otras doce amazonas: Clonia (muerta por Podarces), Polemusa (muerta por Aquiles), Derinoe (muerta por Áyax el Menor), Evandra (muerta por Meriones), Antandra (muerta por Aquiles), Bremusa (muerta por Idomeneo), Hipótoa (muerta por Aquiles), Harmótoa (muerta por Aquiles), Alcibia (muerta por Diomedes), Derimaquea (muerta por Diomedes), Antíbrota (muerta por Aquiles) y Termodosa (muerta por Meriones).
Se distinguió por sus numerosas hazañas ante la ciudad asediada antes de ser abatida por Aquiles, quien atravesó su pecho con una lanza. Al verla morir, Aquiles quedó sobrecogido por su belleza.
TERSITES
Hijo de Agrio, fue un guerrero aqueo, extrajo los ojos del cadáver de Pentesilea, la reina de las Amazonas, a quien había matado Aquiles, y también se burló de la pena que éste sentía por ella, por lo que Aquiles terminó matándole.
Aquiles marcha luego a Lesbos, y allí, tras efectuar un sacrificio en honor de Apolo, Artemisa y Leto, es purificado del crimen por Odiseo.
MEMNON
Memnón fue un rey de Etiopía, hijo de Titón y Eos, la diosa de la aurora. Durante la Guerra de Troya, formó un ejército para la defensa de Troya y acudió a ella llevando una armadura hecho por Hefesto.
Tras la muerte de Patroclo, el compañero más cercano de Aquiles pasó a ser Antíloco, el hijo de Néstor. Cuando Memnón mató a Antíloco, Aquiles irrumpió de nuevo en el campo de batalla buscando venganza. La lucha entre Aquiles y Memnón por Antíloco se hace eco de la de Aquiles y Héctor por Patroclo, salvo porque Memnón es también hijo de una diosa.
Tras la muerte de Memnón, su madre envió a sus hermanos, los cuatro vientos: el del Norte, el del Sur, el del Este y el del Oeste, a recoger su cadáver. Eos no cesó de llorar la muerte de su hijo en toda la noche, y sus lágrimas aún se pueden ver todas las mañanas de frío, en forma de rocío. Conmovido por el dolor de Eos, Zeus le concedió a Memnón la inmortalidad.
MUERTE DE AQUILES
Aquiles, encolerizado, persigue a los troyanos hasta los muros de Troya, allí muere delante de las puertas Esceas por una flecha de Paris asistido por el dios Apolo. Su cuerpo es recuperado por Áyax Telamonio y Odiseo.
Sus huesos fueron mezclados con los de Patroclo, la nereida Tetis, madre de Aquiles, llega para llorar sobre el cuerpo de su hijo, acompañada de las Musas y de sus hermanas. Se organizan juegos funerarios en honor de los difuntos, en los cuales las armas de Aquiles son ofrecidas en recompensa al más grande de los héroes, lo que engendra una disputa entre Odiseo y Áyax el Grande.
IV. PEQUEÑA ILIADA
JUICIO POR LAS ARMAS DE AQUILES, MUERTE DE AYAX
Ambos compitieron por ella dando discursos sobre por qué fueron los más bravos tras Aquiles y los más merecedores del mismo. Tras una disputa de ingenio o tal vez porque Agamenón aborrecía el linaje de Éaco, Odiseo recibe la armadura y Áyax furioso cae al suelo exhausto.
Al levantarse, loco de dolor y angustia, jura matar a sus compañeros; empezó a matar vacas u ovejas, creyendo en su locura que eran soldados griegos.
Cuando despierta se ve rodeado de sangre y decide quitarse la vida antes que vivir en la vergüenza y el deshonor. Para ello utiliza la espada de Héctor, que éste le había concedido como un regalo de honor tras su primer duelo.
MUERTE DE PARIS POR FILOCTETES
Cuando Filoctetes fue curado por Macaón, después de estar en Lemnos debido a la mordedura de una serpiente que le impidió acudir a Troya, acudió a la guerra.
Paris fue en principio herido por una flecha de Filoctetes y acudió a su anterior esposa, la ninfa Enone, la cual podría haberlo curado si hubiera querido, pero ella lo rechazó, reprochándole que la había abandonado por Helena. Aunque luego se arrepintió de haberlo rechazado, y se suicidó arrojándose a la pira donde ardía el cuerpo de Paris.
CAPTURA DE HELENO
Tras la muerte de Paris, Helena queda viuda, y tiene dos pretendientes entre los príncipes de la ciudad: Deífobo, el segundo de los hijos de Príamo, quien a la muerte de Héctor se había convertido en el heredero al trono y Héleno, quien no estaba claro si deseaba casarse con ella, o era una excusa para devolverla a los griegos de una vez por todas y así evitar la destrucción de la ciudad.
Los hermanos se la disputaron duramente y al final Deífobo venció y se casó con Helena. Por esto, Héleno, que estaba enamorado de Helena, abandonó Troya y decidió establecerse en el monte Ida, donde poco después es capturado por Odiseo.
Una vez frente a los griegos, Héleno, resentido contra su hermano y dejando atrás toda lealtad a su ciudad, reveló a sus enemigos todos los augurios que impedían que Troya fuera tomada:
° Troya nunca sería tomada si el hijo de Aquiles, Neoptólemo, no participaba en la guerra.
° Troya nunca sería tomada si no estaban presentes los huesos de Pélope.
° Troya nunca sería tomada mientras el Paladión permaneciera dentro de la ciudad.
Odiseo va a Esciros y trae al hijo de Aquiles, Neoptólemo, y le da la armadura de su padre. Neoptólemo mata a Eurípilo, hijo de Télefo, que había acudido en auxilio de los troyanos.
Posteriormente los huesos de Pélope fueron llevados a Troya.
Después, Odiseo se disfraza de mendigo para espiar. Helena lo ve y lo reconoce, pero no lo delata e incluso planean juntos la captura de la ciudad.
El Paladión era una estatua arcaica de madera que representaba a Atenea y se conservaba en Troya desde los tiempos de su fundación, se decía que medía tres codos de altura, tenía los pies juntos, una lanza en la mano derecha y una rueca con un huso en la izquierda.
Se supone fue creada por Atenea en honor a Palas, hija de Tritón, con quien se había criado y a quien había dado muerte, involuntariamente, mientras se ejercitaban en las artes bélicas.
Esta imagen, según la leyenda, cayó delante de la tienda de Ilo, cuando éste estaba construyendo la ciudad. Este suceso fue aprobado como un indicio de la aprobación divina para tal fundación, y, en consecuencia, se le construyó un templo y se rindió culto a la imagen, en la idea de que, mientras ella estuviese en la ciudad, ésta sería inexpugnable.
Diomedes y Odiseo fueron los encargados de robar el paladio de la ciudad.
- NOTAS SOBRE LA PEQUEÑA ILIADA -
La pequeña ilíada es una parte de la historia con mucha controversia hasta este punto, al menos cronológicamente, esto porque algunas versiones difieren con el orden de los hechos o se contradicen en menor medida con los posteriores.
Desde el inicio, la disputa entre Áyax y Odiseo por las armas de Aquiles se presentan tanto en la etiópida como en la pequeña ilíada, algunos afirman que deben estar solo en una, otros, que en ambas.
La captura de Heleno también causa dudas, Heleno se exilia de Troya por el dolor de no haber logrado casarse con Helena, y cuando es capturado por Odiseo, entre los secretos revelados (Neoptólemo en Troya, los huesos de Pélope, y el robo del Paladio) también se encuentra el que las armas de Heracles deberian intervenir contra Troya; esto es importante porque Odiseo sabiendo que Filoctetes era el poseedor de tales armas y sin conocer el significado de lo dicho por Héleno se embarca con Diomedes hacia Lemnos, logran que Filoctetes olvide su rencor contra los griegos por sentirse abandonado y parten con el a Troya, donde se enfrenta a Paris en un singular duelo y consigue matarlo. La cuestión es que la muerte de Paris era lo que termino creando la salida de Héleno de Troya y en esta versión la llegada de Filoctetes se da por los secretos revelados por Héleno al exiliarse y entonces se da la muerte de Paris.
Por tales motivos se utilizó una versión que se siguiera de manera lógica hasta las siguientes partes de la historia:
EL CABALLO DE MADERA
Con tantos años de guerra, con la muerte de Aquiles, y aún después de cumplir los presupuestos de Héleno para la caída de Troya, los griegos no ven a la ciudad ceder, algo que empieza a ser una carga y motivos de duda para continuarla. Desmoralizados, sólo esperan una señal para regresar a casa.
En una caminata Odiseo observa una paloma perseguida por un halcón. La paloma se refugia en una grieta y el halcón vuela en círculos. La paloma vigila desde su precario refugio. El halcón finge retirarse y se esconde fuera de la mirada de la paloma, quien poco a poco asoma la cabeza para cerciorarse de que el cazador desistió. Después de largo rato, confiada emprende el regreso al nido. El halcón sale del escondite y culmina la cacería. Odiseo entiende y nace la estratagema del caballo de Troya.
Bajo las instrucciones de Odiseo, el caballo fue construido por Epeo el feocio, el mejor carpintero del campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea».
Terminada la construcción, se eligieron a los mejores guerreros griegos para ser introducidos en ella, algunos de ellos fueron: Odiseo, Acamante, Agapenor, Anfidamante, Anfímaco, Anticlo, Antífates, Antímaco, Áyax el Menor, Calcante, Cianipo, Demofonte, Diomedes, Equión, Epeo, Esténelo, Eumelo, Euríalo, Euridamante, Eurímaco, Eurípilo, Filoctetes, Idomeneo, Ifidamante, Leonteo, Macaón, Meges, Menelao, Menesteo, Meríones, Neoptólemo, Peneleo, Podalirio, Polipetes, Talpio, Teucro, Tersandro, Toante, Trasimedes y Yálmeno. Queman el campamento y repliegan su flota en la isla de Ténedos.
Un espía griego, Sinón, convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea a pesar de las advertencias de Laocoonte y Casandra que a pesar de tener la visión correcta de los que iba a suceder una maldición le impedía ser escuchada por los troyanos.
LA ENTRADA DEL CABALLO A LA CIUDAD
El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar parte de los muros de su ciudad para que pudieran adentrarlo.
V. ILIUPERSIS
Los troyanos discuten sobre que hacer con el caballo de madera que los griegos habían dejado en el lugar donde anteriormente estaba situado su campamento y habían abandonado.
Casandra y Laoconte proclaman que hay soldados griegos dentro, pero otros dicen que es una reliquia sagrada de Atenea, y esta es la opinión que queda entre ellos.
Creyendo que se sus enemigos se han retirado, los troyanos deciden celebrar la victoria.
Mientras tanto Apolo envía dos serpientes que matan a Laoconte y a uno de sus hijos; viendo esto, Eneas y sus hombres dejan Troya previendo lo que iba a suceder.
Antes de que los guerreros salieran del caballo, Helena, conocedora del plan de los aqueos, dio varias vueltas a su alrededor acompañada de Deífobo, imitando las voces de las esposas de los guerreros griegos. Los aqueos estuvieron a punto de responder desde dentro del caballo y delatarse.
Llegada la noche, cuando los griegos salieron del caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida, abrieron las compuertas de la ciudad y dejaron entrar al grueso del ejército griego, que había navegado de vuelta desde la isla de Ténedos, donde habían permanecido escondidos.
En algunas versiones, Helena fue la que agitó una antorcha desde su habitación durante la noche, que era la señal esperada por los aqueos de que las puertas de Troya iban a ser abiertas por los hombres que habían salido del caballo.
Los troyanos fueron masacrados, y los griegos incendiaron su ciudad.
Durante el saqueo Neoptólemo mató al rey Príamo, que se había refugiado en el altar de Zeus; Menelao mató a Deífobo y estuvo a punto también de matar a Helena, pero quedó deslumbrado y enamorado de nuevo por su belleza y la perdonó; Áyax Oileo arrastra por la fuerza a Casandra, la cual se agarra a la estatua de Atenea y los dioses consideran esto un sacrilegio y optan por castigarle, pero se refugia en el altar de Atenea, quien después lo mata en el mar; Neoptólemo mata al bebé de Héctor y se lleva a su mujer como esclava.
Al terminar la toma de la ciudad Agamenón consigue como botín a Casandra, Neoptólemo a Andrómaca y Odiseo a Hécuba.
El fantasma de Aquiles se apareció a los supervivientes de la guerra, pidiendo que Políxena, la princesa troyana, fuese sacrificada antes que ninguno pudiese partir. Neoptólemo realizó el sacrificio delante de la tumba de Aquiles.
VI. NOSTOI
Los aqueos están preparándose para partir de las costas troyanas y Menelao y Agamenón discuten sobre si deben partir de regreso a sus casas de inmediato o no.
La diosa Atenea está enfurecida por el impío comportamiento de los griegos en el saqueo de Troya, Agamenón se queda atrás para hacer un ritual para apaciguarla. Diomedes y Néstor parten los primeros y llegan a sus casas a salvo.
Calcante, Leontes y Polípetes van por tierra a Colofón y entierran a Tiresias, que murió ahí.
El barco de Idomeneo fue alcanzado por una terrible tormenta. Idomeneo prometió a Poseidón que sacrificaría el primer ser viviente que viese cuando volviese a casa si salvaba su barco y su tripulación. El primer ser vivo al que vio fue su hijo, así que lo sacrificó. Los dioses estaban enfadados con el asesinato de su hijo y lo enviaron al exilio a Calabria en Italia. Según otra versión, sus propios súbditos en Creta lo enviaron al exilio porque llevó consigo una plaga desde Troya. Huyó a Calabria, y posteriormente a Colofón, en Asia Menor, donde murió. En otra versión, la plaga azota Creta como castigo por el acto de Idomeneo.
Casandra fue ultrajada por Áyax el Menor y luego fue tomada como concubina por Agamenón, cuando Agamenón se prepara para partir, se le aparece el fantasma de Aquiles y le predice su destino, ser asesinado. Agamenón hace un sacrificio y parte.
Éste regresó a su hogar en Micenas. Su esposa Clitemnestra tuvo una relación con Egisto, hijo de Tiestes, primo de Agamenón. Esto como venganza por la muerte de Ifigenia, Clitemnestra se conjuró con su amante para matar a Agamenón. Casandra pronosticó este asesinato y avisó a Agamenón, pero el la ignoró. Fue asesinado después de un banquete en su baño, Casandra también fue asesinada. El hijo de Agamenón, Orestes, que había estado lejos, regresó y conspiró con su hermana Electra para vengar a su padre. Mataron a Clitemnestra y a Egisto. Orestes se casó con Hermione y retomó Micenas, convirtiéndose en rey de todo el Peloponeso.
Neoptólemo, sin embargo, recibe la visita de su abuela, la ninfa marina Tetis, quien le dice que espere y haga más sacrificios a los dioses. Zeus envía una tormenta sobre Agamenón y sus acompañantes a petición de Atenea, y Áyax el Menor muere sobre las rocas Caférides, en el extremo sur de Eubea. Neoptólemo sigue el consejo de Tetis y vuelve a casa por tierra, encontrándose con Odiseo en Maroneia, quien había llegado allí por mar. Llega a casa, aunque Fénix muere durante el viaje y fue reconocido entonces por su abuelo Peleo.
El hijo de Aquiles habia tomado a Andrómaca y Héleno como esclavos, casándose con Andrómaca. Se enemistó con Orestes porque Menelao le había prometido a su hija Hermione a él, pero luego quiso que se casase con Neoptólemo. Lucharon, y Neoptólemo murió. Héleno se casó con Andrómaca y reinaron sobre una colonia de troyanos exiliados en lo que una vez había sido el reino de Aquiles.
Puesto que Antenor, cuñado de Príamo, había ayudado a devolver a Helena a los griegos, se le perdonó la vida.
Eneas lideró un grupo de supervivientes lejos de la ciudad, incluyendo a su hijo Ascanio, su trompeta Miseno, su padre Anquises y al médico Yápige. Su mujer Creúsa desapareció durante el saqueo de la ciudad. Huyeron de Troya en varios barcos, buscando establecerse en un nuevo hogar. Arribaron a varios países cercanos que no se mostraron hospitalarios, finalmente les fue profetizado que debían volver a la tierra de sus antepasados. Primero lo intentaron en Creta, que Dárdano había colonizado, pero lo encontraron arrasado por la misma plaga que había expulsado a Idomeneo. Encontraron a la colonia dirigida por Heleno y Andrómaca, pero rehusaron permanecer ahí. Tras siete años llegaron a Cartago, donde Eneas tuvo un romance con Dido. Finalmente los dioses les ordenaron continuar, y llegaron a Italia.
Aquí una profetisa le llevó al inframundo y predijo la grandeza de Roma, que sería fundada por su gente. Negoció un asentamiento con el rey local Latino, y se casó con su hija Lavinia. Esto desencadenó una guerra con otras tribus locales, pero finalmente se fundó el asentamiento de Alba Longa, regido por Eneas y el hijo de Lavinia, Silvio. Trescientos años después, según el mito romano, sus descendientes Rómulo y Remo fundaron Roma.
La flota de Menelao fue empujada por tormentas hacia Creta y Egipto de donde no pudieron continuar la navegación por la ausencia de vientos. Menelao tuvo que atrapar a Proteo, una deidad marina para averiguar qué sacrificios a los dioses debían hacer para garantizarse una travesía segura. Proteo también dijo a Menelao que estaba destinado al Elíseo tras su muerte. Tras un viaje de retorno accidentado de ocho años en el que tuvieron que pasar una larga temporada en Egipto, ambos regresaron a Esparta.
El único griego que no había regresado a casa al término de Nostoi era Odiseo…