2 de agosto de 2007

El Taoismo

SU ORIGEN

El taoísmo, palabra derivada de un caractér del idioma chino que se lee Tao o Dao. Éste termino, a menudo suele ser interpretado como "vía" o "camino". Se desarrolló a partir de un sistema filosófico basado en las escrituras de Lao Tzu. El texto es el Tao Te Ching o Tao Te King.

LAO TSE


Laozi ("Viejo Maestro"), también llamado Lao Tse, Lao Tzu o Lao Tsi, una figura cuya existencia histórica se debate, es uno de los filósofos más relevantes de la civilización china.

Se cree que nació a fines del siglo 7 a. C. Lao Tsé es un apodo que significa "anciano". Su apellido era Li, su nombre Erl, su nombre de erudito fue Be Yang (Conde Sol). En forma póstuma recibió el nombre de Dan o Tan. Literalmente Anciano Orejudo, en sentido figurado: Anciano Maestro. Fue oriundo de la actual provincia de Honan, situada en la región más meridional de la China.

Trabajó como archivero en un ministerio de la corte imperial de los Shou. Debido a esta circunstancia, tuvo varios encuentros con Confucio (documentados), en los cuales este último se refería a él con gran consideración frente a sus discípulos, aludiendo a su profunda sabiduría. Lo comparaba a un dragón que alcanza las nubes.

Llegado un momento de su vida, y debido a que en China se vivían situaciones muy convulsionadas políticamente y cansado de revisar documentos que sólo se referían a guerras y crueldades, decidió renunciar a su cargo con el objeto de llevar una vida más retirada. Se dirigió al oeste, montado en un búfalo negro. En el paso fronterizo de la montaña de Han Su, tuvo un encuentro con Yun Hsi, quien le solicitó le legara algún escrito. Lao Tsé accedió al pedido y le transcribió el Tao Te King, después delo cual, continuó su camino. Desde ese momento se perdió su huella física en el tiempo.

Durante toda su vida se esforzó por pasar inadvertido, tampoco tuvo discípulos. Descubrió para sí, grandes conexiones universales y seguramente esperó que con el tiempo, otros seres con espíritu afín, contemplaran y comprobaran las verdades que él había descubierto.

Su personalidad única, irrepetible y enigmática, evitó que se conociera más de su vida, así se transformó con el tiempo, en un ser mítico que alcanzó cumbres insospechadas y terminó por fundirse en un ser cósmico que habría aparecido en la tierra en las más diversas épocas.

EL DÁO DÉ JING

El Dào Dé Jing (Tao Te Ching, también llamado Tao Te King) es el libro más importante del pensamiento Taoísta y de la filosofía taoísta. El libro, según dice la leyenda, fue escrito alrededor del año 600 adC .

Es un libro muy corto; tiene sólo 81 capítulos de una página cada uno. Fundamentalmente está dirigido en dos sentidos. Uno es la transmisión de la idea de Tao y de la manera de obrar del "hombre santo" o "sabio" que la llega a conocer. Por otra parte el Tao Te Ching aconseja a los gobernantes para regir de forma sabia.

En su forma actual, el Dào Dé Jing tiene dos secciones (Dào, capítulos 1 al 37; y Dé, capítulos 38 al 81), con un total de aproximadamente 5.000 caracteres chinos. Cada capítulo es bastante breve, usando pocos caracteres para expresar poéticamente sus ideas, frecuentemente complejas.

Hubo algunos emperadores chinos que estudiaron y trataron de aplicar la sabiduría de los 81 aforismos y 5.000 ideogramas que componen el libro. En especial Han Wen Ti (197 a 157 a C), cuyo hijo Han King Ti (156 a 140aC), da al libro el nombre de Tao Te King, es decir, "El libro del Sentido y de la Vida", este nombre lo ha conservado hasta la actualidad en China.

La obra "original," se divide en los siguientes capítulos:

Primera parte

Del Tao:Temas teóricos.

Del 1 al 10: Carácter general de la doctrina.

Del 11 al 20: Teoría de la inacción.

Del 21 al 28: Modelos de Tao.

Del 29 al 31: Advertencias contra el uso de la fuerza.

Del 32 al 37: Ritmo de vida.

Segunda parte.

Del Te: Tópicos de orden cotidiano.

Del 38 al 49: Simplicidad y quietud

Del 50 al 56: Preservación de la vida

Del 57 al 67: Manejo de asuntos humanos.

Del 68 al 69: Actitud frente a la guerra

Del 70 al 75: Crímenes y castigos.

Del 76 al 81: La fuerza de la debilidad

Está formado por dos segmentos: Tao y Te:

El Tao, significa,Vía, Razón, Palabra, Logos y Sentido, designa la percepción misma en el seno de la consciencia, la disposición de percibir, de tomar consciencia de alguna cosa, la razón, el juicio, el discernimiento. Para Lao Tsé, el Sentido o Tao, es toda realización todavía no separada por el divergir polar de los opuestos, con el que toda realización está ligada. Sería el proceso mismo de transformación de la Naturaleza, la síntesis suprema de todos los contrarios, que se resume en la contradicción universal y primera, Yin y Yang.

El Tao para los taoístas es la nada de donde surge el mundo visible, es inefable, porque el nombre no se distingue de la esencia Es trascendente, incognoscible, es la medida que se hace inmanente a la cosa.

Y Te, en chino significa "lo que los seres reciben para nacer", o sea, Vida, Ser, Espíritu, Naturaleza, Fuerza.

FUNDAMENTOS: EL TAO



Símbolo Tao


La filosofía de Lao Tsé, excluyó totalmente el antropomorfismo en la religión china. El Tao Te King no menciona hechos históricos, sin embargo, el autor los conocía muy bien. En su obra menciona tácitamente antiguas fórmulas de sabiduría.

Lao Tsé se mantuvo en el terreno de lo humano. En Tao y en Te está implícita la pregunta.
¿ Cómo conozco la Naturaleza del mundo?.
El conocimiento del mundo es cada vez un principio general, el cual se halla también presente en el hombre que reflexiona. Lo que se conoce gracias a la experiencia, en el centro de uno mismo, (a partir de la luz interior, como dicen los místicos) queda endeble con la condición de que se haya percibido una manera realmente pura y verdadera.

Lao Tsé, no aspira al "conocimiento" sino a la "visión" a la "iluminación interior". Pero estas contemplaciones no tienen nada que ver con las visiones ascéticas. La iluminación interior, conduce por sí sola a la simplicidad, como la de un niño.

El ser humano constituye una unidad coherente, que vuelve sobre sí misma y se realiza actuando espontáneamente y dentro de la cual cualquier manifestación en una dirección determinada se ve completada, enseguida, por su contraria. Este equilibrio armónico, no se rompe a causa de los fenómenos del nacimiento y muerte, confiere una vida eterna que trasciende la muerte.

Destaca el concepto de wei-wu-wei, "acción a través de la inacción", que no significa permanecer inmóvil sin hacer nada, sino evitar las intenciones explícitas y la voluntad. Los fines pueden alcanzarse respetando las formas en que las cosas espontáneamente crecen y decrecen; así, las acciones realizadas de acuerdo con el Dao son más fáciles y más productivas que aquellas que pretenden contrariarlo.

Laozi creía que la violencia debe ser evitada y que la victoria militar es una ocasión de duelo debido a la necesidad de usar la fuerza contra otros seres vivientes. Sostenía también que el exceso de leyes y reglas hacen más difícil el manejo de la sociedad.

El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una positiva, otra negativa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan sino como una unidad. Son el Yin (fuerza negativa/sutil, femenina) y el Yang (fuerza positiva/concreta, masculina,).
La tercera fuerza es el Tao, o fuerza superior que las contiene (Yin-yang).

El significado más antiguo que existe sobre el Tao dice: "Yi Yin, Yi Yang, Zhè Wei Tao", es decir, "un aspecto Yin, un aspecto Yang, eso es tao".Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza.

La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida sobre la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.

El Tao es "simplemente" algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento humano.

La Vida es buena en la medida en que exhiba un comportamiento adecuado a cada instante y situación. Es buena para los buenos, y también lo es, con los que no lo son, porque da a cada uno lo que le falta para ser completo.
Hasta la virtud más elevada que pretende afirmarse, es algo inferior, porque no representa más que un aspecto unilateral del indispensable par de opuestos.

Al hombre ideal, que encarna la Vida, en el Tao Te King, se le llama "sabio". Es aquél que ha renunciado a sus inclinaciones y deseos accidentales, porque refleja perfectamente el principio de la Vida y deja que ésta se manifieste en él. Tal disposición, lo transforma en una potencia cósmica, porque no se puede separar al hombre del circuito cósmico. Siempre continuará siendo un eslabón indispensable del complejo que solemos llamar mundo.

-DEFINICION- DEL TAO:

El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno.El nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable.La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.La existencia es la madre de todo lo que hay.
Laozi en Dào Dé Jing

TAO.- La espontaneidad seguida más allá de lo humano, nos conduce al Sentido (Tao). La Vida está en el ser humano, el Sentido está en el mundo, en forma de espontaneidad, naturalmente. No pertenece al terreno de lo existente. Lao Tsé, le atribuye el "no ser", el "vacío". Son extremos opuestos pero no contradictorios.
El "no ser" de Lao Tsé, se debe interpretar como algo cualitativamente distinto de la existencia.

El tao que puede ser denominado tao
no es el verdadero Tao...

Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente, y por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó Tao, que significa "camino" o "sendero" (recto o virtuoso) que conduce a la meta.
Cuando Lao Tse habla del Tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo.Porque el Tao "es" como el espacio vacío para que se manifieste el todo.

El Tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la Creación.

El Tao del No-Ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el No-Ser.
El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de No-Ser y el mundo de los fenómenos con el nombre de Ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el nombre de uno es Ser y el del otro, No-Ser, pero aunque los nombres son distintos, se trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los prodigios.

Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, estamos en el camino del Tao.

Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al No-Ser, con el que nunca deja de estar ligado.

El Sentido está en todas las cosas, pero no es una cosa, está presente en todo lo que ocurre, pero no se agota en ningún acontecimiento. Este no-colmarse lo eleva por encima de todas las cosas.
La eternidad del Sentido se basa en que todos sus movimientos retornan siempre sobre sí mismos.
Las contradicciones se compensan mutuamente. Cada movimiento se convierte en su contrario.

El Sentido es ontológicamente la raíz de todo Ser, pero como el Ser no se distingue del No-ser, nada más que por el nombre y no por la esencia, en el Sentido se manifiesta también el seno del Ser, de forma de lo materno, de donde nacen a la vida los seres individuales y donde vuelven al morir.

Observando de la perspectiva del Tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir. Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el Tao. El camino del No-Ser lleva a la quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al Uno.

Lao Tsé, distingue dos aspectos, por una parte, el movimiento que conduce desde el Sentido, como Unidad Suprema, al nacimiento de las diversidades y por otra, las líneas, que conducen del pensamiento a la realidad.
Lao Tsé parte de la Unidad, el punto más alto que puede alcanzar el pensamiento, es la puerta por donde surgen todas las energías.
Dentro de la Unidad se encuentran incluidos todos los contrarios, aún sin separar. Es lo que se llama "el no- comienzo", antes del comienzo original.
La Unidad encierra la predisposición a la diversidad, sin que esta última sea capaz de manifestarse en estado germinal. Esto permite que la Unidad evolucione hacia la diversidad, sin que nazca algo completamente distinto.

El Sentido se manifiesta fluyendo. Actúa primero en el conjunto de las fuerzas inmateriales que obran sin ser vistas en el Cielo, y que luego, se aleja de sí mismo y fecunda la Tierra que es el conjunto de la corporalidad material. Finalmente retorna sobre sí mismo en el ser humano.
Se debe distinguir la relación de Unidad y diversidad y el paso desde el Sentido a la realidad.

Otros dos conceptos importantes en el Tao Te King son el Vacío o Profundidad y el Espíritu o los Dioses. La Profundidad o el vacío es el espacio sin llenar entre las vertientes de las montañas. La Profundidad casi asumiría el significado de lo que llamamos materia: lo que todavía es indeterminado, inactivo, la mera posibilidad de Ser, mientras que el Espíritu aportaría el principio activo correspondiente.

Lao Tsé, conoció el Libro de las Mutaciones o I Ching, y en él descubrió tres tipos de mutaciones:

1.- Una transformación cíclica, por ejemplo, el cambio de las estaciones. Al cabo de estos cambios se regresa al estado original. Se refiere a las transformaciones cósmicas.

2.- La transformación en un desarrollo progresivo. La línea no vuelve sobre sí misma, sigue adelante en el tiempo, Por ejemplo, los días que vive el ser humano, cada día suma nuevas experiencias.

3.- La invariable ley que se manifiesta en todos los cambios. Esta ley hace que todas las evoluciones, transcurran de una manera determinada. Esta ley afirma, que el principio creativo, yang, constituye la fuerza activa que se desarrolla en el tiempo. Cuando empieza a actuar, sus efectos son imperceptibles, pueden controlarse. A partir de lo ligero se desarrolla lo pesado.

Las mutaciones tienen un camino definido y lleno de sentido. Tao es el Camino del Cielo. Tien Tao, el que corresponde a la tierra. El Camino del Hombre es Jen Tao. Es así porque el principio fundamental del I Ching consiste en suponer que existe una armonía y un nexo general entre microcosmos y macrocosmos.

Las sentencias de Lao Tsé forman un sistema armónico y acabado, que se evidencia ante quien se da una idea de conjunto y detecta las interacciones.

Para Lao Tsé, el Cielo no constituía lo supremo y lo último. Lo supremo y lo último debía elevarse por encima de la personalidad. Tampoco era una Nada, era algo que se sustraía al raciocinio humano, no existe nombre para ello.
Todos los nombres derivan de una experiencia, pero ese algo es lo que permite experimentar tales vivencias. A ese algo le llamó Tao (camino) que en China es lo que pisan los pies, las pisadas son el origen del camino, la vía que conduce a una meta, otra traducción es cabeza e ir, también hablar, guiar.

El Tao para Lao Tsé, no es algo material ni espiritual, sino el origen de todo sentido.
Sólo depende de sí mismo. El ser humano lo recibe de la Tierra, la Tierra del Cielo y el Cielo del Tao. Lo sitúa en un nivel distinto de los fenómenos.
Es anterior al Cielo y a la Tierra, es anterior a Dios.
Se halla en eterno movimiento circular. Es el comienzo del Cielo y de la Tierra, de la existencia en tiempo y espacio.

El Tao no se desenvuelve ni en el tiempo, ni en el espacio, pero contiene el germen de la diversidad. Está más allá del Ser y No Ser. Está más allá de lo que se puede expresar.

Por eso Lao Tsé habla en metáforas:
“Quien lo conoce no habla, y quien discurre sobre él, no lo conoce”.

El camino hacia el Tao, es opuesto al camino del estudio, por eso se aleja al tratar de avanzar hacia él. El que se vuelve hacia el Tao llega al no-hacer. Si se practica éste, todo se hace perfecto.

Todo lo que nace del Cielo es Existente. Lo Existente, no obstante, nace de lo No- Existente, y retorna a la No- Existencia, con la cual nunca deja de estar vinculado. La función, el efecto de todo lo "existente", tiene su fundamento en el no-ser, igual que el hueco de los recipientes que pueden ser contenedores, por ese hecho, precisamente. El Tao surte su efecto en el mundo manifestado por el hecho de no-actuar.

Lao Tsé recomienda que hay que procurar integrarse al conjunto armónico de la Naturaleza, que se debe optar por la simplicidad sin nombre, a aquel estado original en el que el Tao puede aún manifestarse genuinamente, sin que se intente designarlo por algún término.

-DEFINICION- DEL TE:

Te.- ¿Cómo puede el ser humano encontrar la posición que le corresponde en el conjunto de la Naturaleza? En el Tao Te King, hay un concepto básico. El Te se compone de "directo" y "corazón", y significa lo que sale directamente del corazón, es decir, la fuerza vital original, "lo que reciben los seres para vivir". Esta energía original es la que nace del Tao.

Cuando se enturbia esta inconsciencia, comienza el descenso hacia el amor al prójimo, que tampoco tiene finalidades y no "quiere" nada, pero que actúa e influye. Después viene la justicia, la cual tienefinalidades y obra según el principio "yo te doy, para que tú también me des", y se acaba en las buenas costumbres, en la moral que actúa.

Aquí no se propone un código ético; considera contraproducente cualquier sistema de normas morales y rígidas, porque asfixia la espontaneidad. Insiste en el escaso valor del concepto de las palabras, la teoría o erudición:
"por esto mismo, el Sabio enseña sin hablar".

No le corresponde dar recomendaciones morales; su enseñanza se expresa a través de su ser íntegro con su modo de actuar, su mirada, su gesto, la postura de su cuerpo, su respiración, su rostro y su sonrisa.

Su primera virtud es ser natural, lo que significa desprecio de toda complicación, artificio, falsificación o deformación de la vida; tiende a liberarse de los barnices superficiales, que a menudo impone la vida social; cultiva lo auténtico; no reprime los instintos naturales, más bien los depura y encauza convenientemente; procura ajustar su existencia al ritmo natural, sin racionalización alguna o control excesivo. Mientras el cristiano se siente indigno ante la Majestad de su Dios, el taoísta no se singulariza ni desea destacarse del Todo.

La Vida no necesita aspirar al reconocimiento. Es reconocida por sí sola, porque engendra, nutre,multiplica, cuida, realiza, mantiene y ampara a todos los seres. Genera sin poseer, obra sin retener, da aliciente sin dominar, en esto consiste su misterio.

Esta Vida va más allá de los antagonismos del mundo manifestado, los une. Permanece tranquilamente en la debilidad, sin intentar salir o elevarse.
La fuerza se renueva constantemente, y en tanto no halle resistencia, siempre estará dispuesta a cumplir con la actividad que requiere el momento.
Quien afronta así la Vida, es como un niño,que acepta los mayores peligros sin reticencia y con seguridad, que aguanta los mayores esfuerzos, sin cansarse.

Quien posee esta vida no desea nada para sí. Su Vida es tan poderosa que todo antagonismo terrenal, se desvanece ante él. Para él no hay hombres perdidos, los buenos le importan porque pueden enseñarle y los malos, porque necesitan instrucción.

No actuar forma parte del no competir. La Vida no hace nada y nada queda sin hacer. Al relajarse y dejar que el Tao entre en ella, evoluciona sin límites y penetra en las misteriosas profundidades cósmicas.

LAS VIAS PARA LLEGAR

Lao Tsé, además de entregarnos una teoría para comprender el mundo, también nos da el camino necesario para evitar las confusiones y errores de las manifestaciones, el camino que conduce hacia lo eterno. El Sentido es encontrarlo y seguirlo, tiene una doble vía: por la vía del Ser y por la del No-Ser.

LA VIA DEL SER

El camino hacia el Sentido a través del Ser exige reconocer los opuestos en el mundo manifestado, así nos liberamos de nuestro propio yo y ya no sentimos miedo o esperanza. De ese modo observamos como nacen y maduran las cosas. Las vemos retornar siempre a su raíz.
Es del sufrimiento del que depende la felicidad, Es la desdicha lo que acecha a la dicha.

Nuestro pequeño yo considera como que es su vida el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la muerte, y esa es la verdadera causa de tanta obcecación.

El yo personal no está tranquilo por cualquier circunstancia, sea favorable o no.
Eliminando la personalidad, se eliminan las aflicciones.

El Tao, aun cuando el yo esté oscurecido, realiza todo con seguridad. Todos los deseos son obra del Tao que se manifiestan según unas leyes fijas. Todo es necesario, tal como debe ser.

Sólo debemos dejar el camino libre para que nuestra concepción del mundo sea sin obcecación. Permaneceremos en la fluidez del Tao, si no nos estancamos, no nos endurecemos y no nos aferramos a nada, sólo así las fuerzas mortales dejarán de ejercer su influencia sobre nosotros.

LA VIA DEL NO-SER

Al alcanzar el Tao, por el camino de No-Ser, contemplamos las fuerzas ocultas.
Alcanzamos la unión con la Nada. Accedemos al Uno, al portal de donde surgen el Cielo, la Tierra, los seres y las fuerzas.
Esta es la vía de la soledad y el silencio. Se experimentan iluminaciones que no se deben comentar, que se deben venerar en silencio. Este camino nos aparta de lo personal, nos lleva a la calma, a donde lo visible se disuelve en ilusión escuálida.
Nos trae de vuelta a la Unidad desde la Diversidad. Necesitamos una preparación interior especial para seguirla, debemos trabajar nuestra alma para que pueda retener al Uno, sin dispersarse.

Lo primero es la Unidad Absoluta, luego, hay que flexibilizar las puertas del alma. No debe quedar ninguna rigidez. La experiencia debe darse de un modo sencillo y fácil.
Deben fluir las energías interiores, para superar las inhibiciones. La fluidez interior garantiza que la concentración sea duradera. Sólo desde aquí se contemplan las profundidades de la esencia.

Contempla lo invisible, escucha lo inaudible, siente lo impalpable. Está más allá del Ser, profundamente unido con la Madre. Es testigo de los misteriosos procesos vitales y llega el momento de la unión con el Supremo Sentido. El Hijo acaba de hallar a la Madre.

Ahora llega la iluminación que lo penetra todo, esta cognición hace posible que reconozcamos los opuestos y los unamos en una síntesis más elevada.
Reconocemos también nuestra parte masculina-creativa, pero seguimos conservando la parte femenina-receptiva. Quien conoce así su filiación y se quede con su Madre, (lel Tao que es nombrado) no corre peligro durante toda su vida. Contempla lo pequeño y se muestra indulgente, así su persona queda exenta de cualquier pena. Este saber guía sus acciones, ejerce influencia sobre lo que aún no existe.

Para alcanzar el Tao tenemos que sumergirnos en nuestro interior, hasta tocar el punto donde nuestras personalidades, entran en contacto con el conjunto cósmico. Tal punto común es la base desde la que podemos contemplar la esencia.

Sin salir, podemos conocer el mundo. Sin mirar por la ventana, podemos comprender el Sentido del Cielo. Quien tiene este punto de vista llega a la meta sin caminar, se da cuenta de todo, sin mirar y realiza, sin actuar. Ya no se dejará engañar por la máscara del yo. Realizará su función habitual, pero se mantendrá alejado de las agitaciones.

ETICA Y MORAL TAOISTA

En la obra de Lao Tsé no hay ningún concepto ético.
Él es adversario de la moral y de las virtudes.

Para Lao Tsé la moral y la cultura están emparentadas porque cada cultura tiene su moral subyacente, y como la moral, la cultura se aparta de la base Materna natural.
Desvincula la ética del deber, ubicándola en el contexto de la Naturaleza, la reconduce desde el hombre hacia el Tao.

Desaprueba las órdenes que da la moral, que requieren leyes. Dice que cuantas más leyes haya, más malhechores habrá, porque la naturaleza humana resiste las obligaciones.

Lao Tsé, combate el principio formal de la moral, el deber, combate también el ideal de su contenido, el bien y el mal de las virtudes.Lo bueno es una parte solamente del par de opuestos complementarios. No puede haber luz sin sombra, no puede haber bien sin mal.

Lo absoluto se encuentra más allá de los antagonismos inherentes a este mundo, allí donde estos desembocan en una unidad superior. Además, los conceptos de bueno y malo de cada época son diferentes.

La mayor falla de la moral, consiste en hacer a los hombres demasiado conscientes y utilitarios, les arrebata la inocencia de la simplicidad. Los agravantes que expone Lao Tsé, se refieren a que quien estima a la Vida, no actúa y no tiene finalidades. Quien aprecia el amor actúa, pero sin una finalidad. Quien aprecia la justicia, actúa y persigue finalidades. La moral es una carencia de fidelidad y el comienzo de la confusión, del mismo modo que la premeditación es la falsa apariencia del Sentido y el comienzo de la necedad. Por ello - expresa - la moral y la cultura, son síntomas de decadencia, desviaciones de la auténtica vida natural.Además, hace que el ser humano sea antinatural y amanerado.
Le obliga a contenerse, impidiéndole gastar sus energías vitales, le obliga siempre a andar en puntillas.
Cuanto más arrogante es una persona, más repugnante resulta por su hipocresía.

Nada hay que sea bueno siempre. La moral es algo relativo

COMO GOBERNAR

Lao Tsé, piensa que la libertad, la independencia, es el principio fundamental del orden estatal. Dejar hacer a la gente, no inmiscuirse; cuando nada se hace, todo se arregla solo.
El no actuar es el principio central del taoísmo.

Se debe arrojar por la borda, lo que se enarboló como moral o cultura, santidad, saber, decencia, ganancia, porque no es más que ilusión. Sólo son nombres que se ensalzan, todos los veneran, pero no responden a ninguna realidad.
Este sistema de mentiras convencionales no crea más que apariencias falsas.

Se debe cuidar el bienestar del pueblo; si la situación real es satisfactoria, se alejarán las vanas ilusiones. No se trata de que Lao Tsé pretendiera confundir el retorno a la Naturaleza, que pueda significar para que el ser humano una vuelta al estado animal, sólo quería ponerlo en un ambiente donde pudiera vivir sosegadamente, sin perder la calma interior, conectado con las benéficas energías del cosmos.

Con respecto a la guerra, revela que las hostilidades no empiezan con las declaraciones de guerra y que éstas no terminan con los tratados de paz. Condena cualquier aspiración de conquista.

EL TAOISMO DESPUES DE LAO TSE

La influencia de la doctrina de Lao Tsé, fue paulatinamente creciendo, sus Enseñanzas formaron parte de la doctrina de Confucio, en el cual influyó mucho, especialmente al final de la vida de éste último, y se sigue enseñando a forma de parábolas.

Tomado (la mayor parte) de Alcione.cl
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